Algunos lectores me envían textos que contienen alguna errata para ver de comentarlos. Agradezco la sugerencia, pero no se trata de eso. Las erratas sueltas dicen poco, a no ser que hilen algún argumento. Lo que interesa es recoger errores sistemáticos. Daré un ejemplo.
Es una hojita anónima que envían a los profesores un grupo de estudiantes, los que se movilizan contra la reforma de la enseñanza. Así, por encima, cuento una docena de faltas de ortografía y sintaxis. Listo las principales.
1.- Ausencia caprichosa de algunos artículos: “En la Asamblea General de Edificio... Exigir a Claustro y Rector... se nieguen a elaborar estatutos”. Así hablan los indios de las películas o los casheros del Goyerri.
2.- Falta de acentos: “se celebro”, “la Asamblea voto”, “observar como las personas”.
3.- Concordancias de género: “este asamblea”, “que la situación no empeore... y ser posible para mejorarlo”. Se supone que debería decirse: “a ser posible para mejorarla”.
4.- Hipérbaton: “para ya tomar posiciones”, “agradecer a los profesores que asistieron su colaboración”.
5.- Lo que yo llamo “infinitivo radiofónico”, esto es, la manía de empezar algunas frases con un infinitivo: “en primer lugar agradecer”, “en segundo lugar manifestarles”.
Por lo demás, el contenido del texto es infumable. La propuesta central es “huelga general inmediata [pero no de exámenes], de carácter indefinido, hasta que el Claustro y el Rector se declaren desobedientes civiles”. Fantástico. ¿Se comprenderá ahora la necesidad de una drástica reforma de la enseñanza? Recuerdo que “drástico” es tanto como “purgante”.
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