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Amando de Miguel

Podemos puede

El espectáculo político de los últimos dos meses ha sido estéril, penoso y autodestructivo.

El espectáculo político de los últimos dos meses ha sido estéril, penoso y autodestructivo. Vamos, que nuestros padres de la patria no se han ganado los pingües sueldos.

En el baile de la titánica formación de Gobierno han destacado cuatro parejas; no sabría decir cuál es más patosa:

  1. PP + PSOE. Es la pareja imposible porque se odian. En Alemania sería lo más normal, pero aquí faltan piezas del rompecabezas. Si cristalizara, desaparecería el PP.
  2. PP + C's. Se presenta como la alianza más natural, pero más parece un enigma. Supondría la evaporación de C's.
  3. PSOE + C's. De momento es un jeroglífico. La suma de las dos fuerzas es tan minoritaria que significaría un Gobierno fragilísimo. Ambos partidos podrían ser fagocitados por el resto.
  4. PSOE + Podemos. Es la pareja más probable, ahora o después de unas elecciones, aunque Podemos acabaría con los socialistas, como ha acabado con los comunistas. Por tanto, de momento se trata de un acertijo.

Pues vaya panorama que tenemos: un rompecabezas, un enigma, un jeroglífico o un acertijo. Y la casa sin barrer. Aunque resultara viable cualquiera de las cuatro combinaciones, el Gobierno sería efímero. Vuelta a empezar.

Nadie parece contar seriamente con Podemos, como si fuera una excrecencia, pero es la fuerza con más ímpetu para llegar al poder. Son revolucionarios profesionales de espíritu totalitario. No solo absorberían al PSOE sino que acabarían con la democracia. Es el supuesto más alocado, pero por eso mismo tiene visos de realizarse. Si no fuera ahora, lo será dentro de unos meses. La revolución puede esperar. De momento, la fórmula funciona como experimental en los Gobiernos locales de algunas ciudades más populosas. No parece que pierdan votos por ello, a pesar del ridículo que pueden hacer algunos excéntricos personajes.

En los conciliábulos para formar el nuevo Gobierno ha funcionado un mito curioso. Todos apelan a "lo que han dicho los españoles en las urnas". Pero, por lo visto, han dicho cosas muy diferentes y contradictorias. Lo más sencillo es pensar que los españoles han votado cada uno al partido de sus preferencias con la ilusión de que llegara a gobernar. Es imposible que a la hora de votar los españoles se pongan de acuerdo para señalar quién tiene que pactar con quién. Otra cosa sería si los partidos nos hubieran dicho de antemano con qué fuerzas se van a aliar. Aunque se comprende que se callen. Pero, por favor, que no nos digan que los españoles hemos convenido en un "Gobierno de cambio y de progreso". Sobre todo, si ese deseo significa que gobierne Podemos, aunque sea en comandita con los socialistas y los separatistas. Desde luego, sería un gran cambio, pero el progreso no se ve por ninguna parte. ¿O es que resulta progresista que la democracia se haga totalitaria?

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