Menú
Amando de Miguel

Política de tejas abajo

Antonio García-Trevijano (bienvenido al club) me señala la incongruente supervivencia de los "sindicatos estatales" que tenemos, una herencia corporativista de Franco. Habrá que volver sobre ello.

Aquí he sostenido varias veces que la gran división de los españoles es los que leen y los que no leen. Leopoldo Escudero Redondo me envía una clasificación más completa. Es la que propuso Pío Baroja en la tertulia del Nuevo Café de Levante. Era el año 1904, pero la clasificación todavía puede valer. Según el donostiarra son siete clases de españoles: (1) Los que no saben. (2) Los que no quieren saber. (3) Los que odian el saber. (4) Los que sufren por no saber. (5) Los que aparentan que saben. (6) Los que triunfan sin saber. (7) Los que viven gracias a los que saben. Esos últimos se llaman a sí mismos "políticos" y a veces hasta "intelectuales". La taxonomía de don Pío me sirve muy bien para entender el tipo de personas que más interrumpen en las tertulias de la tele o de la radio.

José María Navia-Osorio anda ahora azacaneado con la campaña electoral de Cascos en Asturias. Me pregunta el hombre por la validez de las encuestas que se están levantando en Asturias sobre la base unas 400 entrevistas. Mi impresión es que ese número es demasiado bajo para obtener resultados mínimamente aceptables. Téngase en cuenta que en Asturias se presentan 17 partidos. La regla de oro de las encuestas es que el número de entrevistas no es proporcional al tamaño de la población, sobre todo si se trata de una población heterogénea, como es el caso en una elección.

Respecto a las encuestas electorales que se están levantando en España, me maravilla que haya tanta disparidad de unas a otras. Tampoco es normal que haya tantos vaivenes a lo largo del tiempo. El voto en España se halla muy estructurado. La mayor parte de la gente vota con cierta prescindencia de la conducta de los políticos y, desde luego, sin que intervenga casi nada el efecto de la campaña de propaganda. Es posible que en las próximas elecciones retroceda el voto socialista, pero más que nada porque muchos socialistas se abstendrán de votar como una especie de despecho respecto al Gobierno zapateril y zascandil. Pero, dentro de un año, muchos de esos abstemios volverán a votar al PSOE. Por tanto, no se pueden extrapolar los resultados de las elecciones de mayo a las generales, que, por otra parte, se convocarán antes de un año, quizá en otoño.

De momento, cabe augurar el triunfo del PP, más que nada, como digo, por la abstención del voto socialista. Pero en términos relativos estas próximas elecciones van a ver el avance de los pequeños partidos. En Asturias, sobre todo, mi predicción es que va a ganar el partido de Cascos por mayoría absoluta o relativa. Así pues, nuestro amigo don José María va a ser ministrín de Sanidad o como se llame el cargo. No creo que sea muy relevante para ese puesto la pregunta que me hace sobre el sexo de los ángeles. La respuesta está en la novela que estoy escribiendo, que trata precisamente de los ángeles en la sociedad actual. El asunto lo toco con imaginación. De momento no puedo decir más.

Alfonso Blanco-Rivas, siempre tan coñón, me da una pista para calibrar el retroceso de los socialistas. La receta la aplica él a la política norteamericana. Traduzco libremente: "Hay que dejar que se casen los varones entre ellos. La misma tolerancia debe aplicarse respecto a las mujeres que quieran casarse con lesbianas. Hay que dar facilidades para que la gente que quiera abortar para que aborte. En cuyo caso, en tres generaciones, ya no quedarán votantes del Partido Demócrata"

Respecto a lo que decíamos de la bandera española, JMSG, funcionario de la Unión Europea, confirma que son raros los funcionarios españoles en Bruselas que ponen la bandera española en sus despachos. En cambio, los funcionarios de los otros países normalmente ponen la bandera de sus respectivos países en su mesa de trabajo. Está muy claro. Los españoles andan acomplejados de serlo. Yo soy un tanto raro, pues en mi casa hay varias banderas españolas y también la de Texas como recuerdo de mi estadía en San Antonio. Asimismo hay una catalana por la misma razón de nostalgia.

Antonio García-Trevijano (bienvenido al club) me señala la incongruente supervivencia de los "sindicatos estatales" que tenemos, una herencia corporativista de Franco. Habrá que volver sobre ello.

En Sociedad

    0
    comentarios
    Acceda a los 2 comentarios guardados