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Amando de Miguel

Sobre el origen de algunos dichos

El elemento común de todas esas expresiones es que, para los españoles, los chinos pertenecen a un pueblo alejado y misterioso, imposible de entender.

Ángel Sánchez Bernal echa su cuarto a espadas en el acertijo de "como puta por rastrojo". Su abuela, salmantina, le contó la tradición de los estudiantes de ir a retozar con las putas en el tiempo de Pascua al otro lado del Tormes. Así pues, las meretrices hacían su trabajo en los rastrojos. De ahí la expresión referida a un trabajo un tanto arrastrado.

Francamente, la interpretación de don Ángel me parece bastante rebuscada. Cierto es que, en los viejos tiempos, los estudiantes de Salamanca organizaban una gran fiesta para acompañar a las putas que tenían que atravesar el río para alojarse extra muros durante la Cuaresma. Los prostíbulos se cerraban por unas semanas, pero las pobres rameras montarían su comercio de manera provisional en un ambiente rústico. No creo que eligieran para ello los rastrojos. Pero, en fin, por imaginar que no quede.

Sobre la discutida expresión "como puta por rastrojo", Mª Paz Velázquez sostiene que la explicación está en que las putas suelen llevar faldas estrechas y altos tacones. Con esa indumentaria es lógico que les resulte muy incómodo el andar por los rastrojos. No me convence mucho esa interpretación, pero ahí queda. Lo verdaderamente incómodo no es andar por los rastrojos (nadie camina por ellos de manera gustosa), sino el trabajo de recoger espigas en los rastrojos, operación que ya nadie realiza. Si a esa condición de espigadoras se añade la de putas, se comprende la maldición hiperbólica.

Fernando Herreros anda empeñado en saber de dónde viene la expresión "a menudo". No sabría decirlo con precisión. En su origen, el menudo era la moneda pequeña o fraccionaria; por ejemplo, la de cobre frente a la de plata o la de oro. De ahí pasó a significar lo que tenía poco valor y era abundante. (Todavía los menudillos son las vísceras de las aves). En algún momento, que ignoro, pasó a la consideración de "con frecuencia", que es el significado actual. Tiene su lógica: algo abundante, que se repite, pasa a ser algo frecuente. Recordemos la ley de Gresham: la moneda de menos valor desplaza la de más valor.

Juan Antonio Fernández (China) tiene curiosidad por saber el origen de algunas locuciones como "trabajas como un chino" o "no me hables en chino". Se supone que los chinos son pacientes y laboriosos, así que "trabajar como un chino" equivale a desplegar esas cualidades. Pero también se dice "engañar como a un chino". Aquí el supuesto es el de los chinos como gente ingenua. "Hablar en chino" equivale a emplear un lenguaje ininteligible. Por lo mismo, "me suena a chino" significa oir algo que resulta incomprensible. El elemento común de todas esas expresiones es que, para los españoles, los chinos pertenecen a un pueblo alejado y misterioso, imposible de entender. No hay una intención despreciativa sino la hipérbole que resulta de compararse con alguien que está muy lejos. Un sentido parecido tiene lo de "cafre" (= bárbaro).

Benjamín Cornago (Tolosa, Guipúzcoa) que "toda la vida he conocido el dicho: Tiene más saque que Atano III. Es la persona con mucho apetito: Atano III fue un gran pelotari. No es la única expresión que se deriva del juego de pelota. Están también "a bote pronto" (= de manera rápida, sin pensarlo) y quizá "poner pies en pared" (= ser obstinado). Puede que ese último dicho proceda de un viejo juego que consistía en subir por una soga apoyando los pies en la pared.

Guadalupe Castillo comenta que la expresión despreciativa "vete a freir monos" se entiende mejor en su versión completa: "Vete a freir monos en Guayaquil". Supongo que para casi todos los hispanoparlantes la operación de freir monos, y además en Guayaquil (Ecuador), es una acción del todo atrabiliaria.

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