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Aníbal Romero

La “revolución educativa” de Hugo Chávez

La cada día más intensa y decidida resistencia de numerosos venezolanos frente al gobierno de Hugo Chávez se ha visto potenciada por los planes del régimen en materia educativa, terreno que toca cuestiones fundamentales para la familia y la sociedad.

Conviene tener presente, ante todo, que esos planes han sido formulados por individuos que se ubican sin timidez alguna en los esquemas ideológicos marxista-guevaristas, y que abiertamente confiesan su admiración por Fidel Castro y la experiencia socialista cubana. Entre ellos se cuentan el propio ministro de educación designado por Chávez, y el coordinador del llamado "Proyecto Educativo Nacional", quien en sus tiempos de guerrillero urbano se adjudicó, entre otras "hazañas", el secuestro de un importante empresario norteamericano residenciado en Caracas, para chantajear y obtener dinero a cambio. Ese mismo sujeto, ahora ubicado en posición clave por Chávez, reivindica sin temores su pasado violento y asegura a los que quieran escucharle que sus metas políticas no han cambiado.

Personajes como éstos se encuentran a la cabeza de un proyecto de control político y adoctrinamiento ideológico que incluye, entre otros aspectos, el más amplio y costoso convenio internacional que en torno al tema educativo haya concretado jamás un gobierno venezolano. En este caso, se trata de un convenio con Cuba, que abre las puertas para que el régimen castrista se ocupe de formar y capacitar a miles de docentes venezolanos en todos los planos del sistema educativo nacional, proporcionando además "ayuda técnica" y servicios no especificados a partir de la escuela primaria y hasta niveles de postgrado. Todo esto será pagado por Venezuela básicamente con la entrega de petróleo "a precios especiales", y ya han comenzado las denuncias, aparentemente bien sustentadas, sobre la re-venta de los hidrocarburos venezolanos a precios de mercado por parte de Cuba.

La lectura de la documentación hasta ahora publicada, así como de las numerosas declaraciones de prensa de los principales responsables del programa oficial, no dejan lugar a dudas acerca del peligro que representa este "proyecto educativo" para la libertad y la democracia en Venezuela. De hecho, el Ministerio de Educación venezolano ya está promocionando un masivo concurso escolar destinado a promover la admiración de los jóvenes por la figura del Che Guevara. Una Enciclopedia escolar para la escuela primaria, distribuida por el gobierno exalta al terrorista venezolano conocido como Carlos, "el Chacal", así como los esfuerzos de Chávez para liberarle de su prisión en Francia y extraditarle a Venezuela, mientras los maestros "revolucionarios" están solicitando a los niños que ejecuten como tarea censos en sus vecindarios, dirigidos a averiguar las simpatías políticas de las personas.

Los anteriores son apenas algunos ejemplos de situaciones que ya están teniendo lugar, a pesar de que todavía el gobierno de Chávez no ha convertido en leyes sus planes de control y adoctrinamiento educativos. Ante la airada resistencia de diversos sectores, Chávez está intentando avanzar de manera gradual, en parte ocultando sus verdaderos designios, en parte confundiendo con promesas a diario rotas, o amenazando sin rubores a los que se le oponen. Sin embargo, los venezolanos estamos despertando ante la dura realidad; una realidad sobre la que algunos hemos venido alertando por meses: Hugo Chávez y su gobierno constituyen una amenaza mortal para la libertad y la democracia en Venezuela. Desgraciadamente, los seres humanos tardamos en admitir verdades que resultan desagradables, por los retos éticos que implican.

© AIPE

Aníbal Romero es profesor de ciencia política de la Universidad Simón Bolívar.

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