A pesar de que saltaran todas las alarmas en internet, el Gobierno en funciones no ha aprobado el reglamento de la "Ley Sinde" en su primer Consejo de Ministros tras la debacle electoral sufrida por el PSOE. De hecho, y en el que puede ser uno de los pocos casos de sinceridad por parte del Ejecutivo de Zapatero en dos legislaturas, posiblemente Ramón Jáuregui haya dicho la verdad al decir que esperarán a que se encargue de ello el PP. Esto último es lo que más conviene al partido de ZP y Rubalcaba.
La imagen de quien apruebe dicho reglamento va a sufrir algún daño, aunque no podamos saber a ciencia cierta cuánto. Y eso es lo último que necesita un PSOE que está en sus horas más bajas. Le resulta mucho más conveniente pasar la "patata caliente" al próximo Gobierno del PP. El partido de Mariano Rajoy cometió el error de apoyar en el Congreso la Disposición Final Segunda de la Ley de Economía Sostenible (denominación oficial de la "Ley Sinde").
Además de crear un justificado malestar entre muchos de sus potenciales votantes –muchos de los cuales les votaron a pesar de esto, aunque otros se pasaron a la abstención o a formaciones como UPyD–, el PP se hipotecó moralmente con los sectores interesados en que salga adelante la norma. Y esos mismos sectores van a presionarle, una vez que esté en el poder, para que apruebe el reglamente que ahora están retrasando Zapatero y los suyos.
Aunque suela señalarse a las industrias cinematográficas y de la música (incluyendo a muchos artistas) como los principales interesados en que se aprobara en su momento la "Ley Sinde", y ahora el reglamento que la tiene que desarrollar, no son los únicos sectores que van en esa línea. Muchas editoriales, que parecen empeñadas en reproducir todos los errores cometidos por las discográficas en relación a internet, están en el mismo barco. Muchas empresas del sector tienen vínculos corporativos fuertes con algunos importantes medios de comunicación. Pueden utilizarlos, de forma activa o mediante la mera amenaza de hacerlo, para presionar a Rajoy y los suyos.
Zapatero le va a pasar la "patata caliente" a Rajoy, pero este podría haberlo evitado negándose a apoyar la Ley Sinde en el Parlamento. Ahora deberá decidir qué hacer, y presiones para que actúe en contra de los derechos de los internautas no le van a faltar.