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Antonio José Chinchetru

Salmonelosis en el PP

Rodríguez-Salmones no duda en ofender a miles de ciudadanos y poner en peligro una gran cantidad de votos del PP con tal de defender a las entidades de gestión de derechos de autor o simplemente por quedar bien ante ellas.

En cuanto salen a la palestra asuntos que afectan a la SGAE y el resto del mundillo "cultureta" progre, el Partido Popular se ve irremediablemente afectado por las intervenciones de la diputada Beatriz Rodríguez-Salmones. Tan nocivos efectos tiene su señoría para su formación y el conjunto de los españoles que merecería ser apodada "la salmolenosis". No es que el sobrenombre de "la titiritera del PP" que le endosó mi compañero de columna Daniel Rodríguez Herrera no sea acertado, todo lo contrario, es que resulta tan perjudicial como una enfermedad.

La diputada en cuestión no duda en ofender a miles de ciudadanos y poner en peligro una gran cantidad de votos del PP con tal de defender a las entidades de gestión de derechos de autor, esas que obtienen ilegítimamente nuestro dinero vía cánones, o simplemente por quedar bien ante ellas. El último ejemplo es su reacción al voto el canon del Partido Popular en el Senado (junto con todos los grupos parlamentarios menos el PSOE). No es de recibo que Rodríguez-Salmones diga que sus compañeros de partido en la Cámara Alta votaron así por error. Por mucho que los senadores de esta formación hayan desmentido lo que ella afirma, el mal está hecho.

Puede que por rabia –su amor a los "culturetas" progres está más que acreditado– o puede que por desconocimiento de su propio partido, Rodríguez-Salmones ignora o prefiere ignorar la trayectoria en esta materia del Grupo Popular en el Senado. En mayo de 2005, dicha formación presentó en la Cámara Alta una proposición de ley para eliminar el canon, aprobada por la mínima. Una pena que después, en el Congreso de los Diputados, tanto PP como IU se unieran al PSOE para mantenerlo. En el partido de Mariano Rajoy no todos sienten el amor que ella comparte con el actual ministro de Cultura hacia la SGAE y elementos similares.

Que a su señoría no le moleste la proximidad de la SGAE con el PSOE es un error del que debería tomar cuenta su propio partido, nada más. Pero lo que resulta mucho más grave es que prefiera obviar los tintes totalitarios de esta entidad. Si no fuera suficiente con las propuestas profundamente contrarias a la libertad que presenta cada cierto tiempo esta organización, debería tener muy en cuenta sus profundos vínculos que mantiene con la represiva dictadura que sufre Cuba. El Gobierno castrista condecoró en julio de 2002 a Teddy Bautista "por su solidaridad permanente con nuestro pueblo y con la obra de la Revolución Cubana" y recientemente el mismo régimen ha homenajeado (a través de un festival de cine en La Habana) al actual presidente de la SGAE, José Luis Borau.

Es a estos, y no al conjunto de los españoles y menos aún a ese millón y medio de ciudadanos que han firmado contra el canon, a quienes defiende Rodríguez-Salmones. Y en cuya defensa pretende arrastrar a su propio partido por mucho daño que esto le haga a los populares. El PP sufre salmonelosis, y esa es una enfermedad muy grave que debería curarse lo antes posible. Por su bien y por el de todos los españoles.

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