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Antonio José Chinchetru

Voces libres contra silencios tiránicos

Silencios impuestos desde siniestros despachos y mansiones de La Habana. Atronadores silencios forzados para que los cubanos no puedan oír las hermosas Voces que claman desde las bitácoras.

Voces cubanas, voces de la libertad. Por mucho que moleste al régimen de los hermanos Castro, voces vivas a las que no lograrán callar. Voces que sortean todos los obstáculos técnicos y logran gritar al mundo, en forma de bitácora, lo que ocurre en Cuba. Voces que incluso salen de las duras prisiones castristas para, teléfono de por medio, dictar textos libres que alguien volcará en un blog. Voces que le son negadas a todos los cubanos que no quisieron o no pudieron salir de la isla.

Voces con rostros. Voces con unas caras más humanas que la que se esconde tras la barba del octogenario que publica sus "reflexiones" en Granma o la que está adornada por el bigotillo del anciano hermano menor del tirano mayor. Voces capaces de sortear los obstáculos creados por los dos hermanos carceleros, y hacer que el mundo conozca lo que ocurre en ese país convertido en prisión gigante. Voces que noblemente compiten para decidir cuál de ellas es la mejor voz.

Silencios impuestos desde siniestros despachos y mansiones de La Habana. Atronadores silencios forzados para que los cubanos no puedan oír las hermosas Voces que claman desde las bitácoras. Silencios forzados mediante el bloqueo a la telefonía por internet, más difícil de vigilar que la tradicional. Silencios logrados mediante la censura. Silencios conseguidos mediante el control de qué se puede visitar en Internet. Silencio logrado mediante el encarcelamiento de quien osa pensar y actuar por cuenta propia.

Silencios que no parecen merecer la condena de demasiados fuera de la isla. Silencios cómplices de políticos, periodistas, escritores y todo tipo de artistas que gritan "libertad" pero callan ante la tiranía comunista cubana. Silencios que intentan imponer quienes acusan a los exiliados o sus amigos extranjeros de ser fascistas, mercenarios y otras cosas similares o peores. Silencios que tratan de lograr pero que, sin el poder de coacción del régimen, no consiguen hacer realidad fuera del infierno castrista.

Queremos modestamente unir nuestra voz a aquellas voces mucho más valiosas que la nuestra que claman desde la isla. Queremos decirles, si los silencios impuestos no impiden que les llegue el mensaje, que no están solos. Que muchos escuchamos las hermosas y valientes voces cubanas. Unas voces que algún día serán totalmente libres y estarán a salvo de los silencios.

P.D: En otros sitios también algunosintentan imponer silencios. Afortunadamente no tienen poder y no pueden acallar las voces que odian.

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