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Antonio López Campillo

8. Las acciones de los movimientos islamistas

Los movimientos islamistas se encuentran fundamentalmente en los países musulmanes, es decir en dar al-Islam. Y desbordan sobre los estados de dar al-Harb, que tienen minorías musulmanas. Lo que llama más la atención de los medios son las acciones terroristas de estos grupos; en Argelia cada semana no pasa sin su docena de ejecutados por los islamistas, caen niños mujeres y ancianos. De ahí la calificación de movimientos terroristas. Lo son pero son más.

Los islamistas tratan de restaurar la religión en su pureza. El contacto con el mundo occidental ha corrompido a las minorías dirigentes de sus estados y esta corrupción ha desteñido sobre el pueblo. La inferioridad, evidente, del mundo musulmán ante occidente es debida al abandono de la verdadera religión, la de la última revelación, la hecha a Mahoma. Como en esta religión no existe la diferencia entre Dios y César, todo es dios, la religión es política, toda innovación política implica cambio religioso, y eso es uno de los grandes pecados. Por eso salvar al Islam es tarea fundamental y ha de ser llevada por todos los medios, incluidos los violentos, que son recomendados por Dios mismo, como lo dice en el Santo Corán. Por eso no se puede reducir los islamista a un grupo terrorista de fanáticos. Son musulmanes ortodoxos.

Los islamistas actuales renuevan de arriba abajo, han empezado por la base su labor de reforma. El primer punto que les caracteriza se encuentra en una renovación del "clero", los ulemas. Estos son "los que saben" y tienen autoridad además de su saber por pertenecer a una genealogía de ulemas, no son sacerdotes en el sentido católico. Hoy los que saben y tienen influencia en los movimientos islamistas no suelen proceder de una línea de ulemas, hoy son los que saben y buena parte de ellos se han formado en universidades occidentales. Hoy no es necesario pertenecer a una genealogía, basta con saber. A esta restauración del "clero" que en casi todos los países dependía de las autoridades, es decir del estado, lo que les reducía al estado de funcionarios. Este es un punto capital que rompe con la tendencia "occidental" de estatizar la religión, los islamistas devuelven la primacía a la religión. Que se había perdido y se había vuelto a la jahiliyya, periodo de barbarie anterior al Islam.

Otro punto importante reside en el hecho de ser "misioneros", se ocupan de los creyentes, les ayudan en sus necesidades cotidianas, crean cooperativas, centros de culto que son también de asistencia. Este trabajo les crea las bases sociales que les apoyarán posteriormente. El proselitismo pasa por la solidaridad y la cooperación. Los centros de culto, las mezquitas, suelen encontrarse en casas particulares, son recintos rectangulares donde se prosternan y oran. También se predica y es ahí donde se hace la propaganda, que es, por esencia, político-religiosa, son centros de formación religiosa y militante, no hay separación entre ambas formaciones.

Los medios de difusión son: la prédica, las cintas magnéticas con sermones, los textos y la difusión del Corán, que va acompañado, a veces con cursos de árabe clásico. La ayuda para las tareas de misión procede de los Emiratos del petróleo. Para los misioneros, y los teóricos el renuevo del Islam tiene un carácter revolucionario, antiimperialista y anticapitalista, y proporciona a todos los pueblos, a la humanidad entera, una forma de vida superior. De ahí el eco que encuentran entre algunos núcleos izquierdistas y el que se produzcan "conversiones" al Islam.

Veremos más tarde como se pueden clasificar los grupos islamistas.

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