Menú
Antonio Robles

Barcelona recoge firmas para defender el español por ley

Ya que los políticos no nos garantizarán lo que el artículo 3.1 de la Constitución sí, es preciso recoger diez millones de firmas.

La hermosa lengua de Cervantes, la lengua común de todos los españoles, reivindicará el derecho de sus usuarios a ser respetada después de cuarenta años de mezquindad, desprecio y exclusión.

Este viernes, la asociación Hablamos Español recogerá firmas en Barcelona para llevar al Congreso la propuesta de libertad lingüística mediante una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), admitida ya por el Parlamento de España. Desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la tarde, numerosos voluntarios, incluidas dos de las impulsoras de la iniciativa, Marita Rodríguez y Gloria Lago, instalarán puntos de recogida de firmas en L’illa(Diagonal, 557, esquina Numancia).

Pasó el tiempo de engatusarnos con chantajes emocionales como En català, si us plau o la normalització lingüística. Hoy sabemos que todo fue una excusa para excluir el derecho a estudiar en la lengua española en las mal llamadas comunidades históricas. Comenzó en Cataluña en 1980 y se ha extendido por las demás comunidades con más de una lengua. Hoy es imposible estudiar en español en los colegios públicos y concertados de Cataluña, y se extiende la misma exclusión, inexorablemente, al resto de las comunidades bilingües. Aunque parezca mentira, hoy en España no todos sus ciudadanos pueden estudiar en la lengua oficial del Estado. Comparen la anomalía con Francia, Alemania o Reino unido. De hecho, no hay un solo lugar del mundo donde a un niño se le impida estudiar en su lengua materna si ésta es idioma oficial del Estado. Menos en "este país".

En España las lenguas ya no sólo son instrumentos de comunicación, los nacionalistas las han convertido en armas de demarcación, en instrumentos identitarios que legitimen la diferencia étnica y, con ella, la imposición de fronteras emocionales y rangos. En Cataluña justifican la imposición de estudiar solo en catalán en nombre de la cohesión social. Son coherentes con su clasismo separatista, si una lengua sirve para cohesionar, prohibir la lengua común de todos los españoles es propiciar la ruptura de la cohesión nacional. De hecho, en Cataluña ya se percibe en la propia demografía del voto.

Esta perversión de la enseñanza y el uso de las lenguas ha sido causada por la malicia de los Gobiernos nacionalistas y la dejación de los Gobiernos de España. Esperar que una ILP en defensa del derecho a estudiar español en cualquier lugar del Estado logre en el Congreso sus objetivos es harto difícil, pues los mismos que han consentido y legislado la exclusión y tolerado sus abusos no lo consentirán.

Por eso, y ya que los políticos no nos garantizarán lo que el artículo 3.1 de la Constitución sí, es preciso recoger diez millones de firmas, y no sólo las 500.000 que exige la ley para debatirla en el Congreso. La iniciativa popular tendría más fuerza que cualquier otro partido. Sólo así se podría poner contra las cuerdas a los políticos que nos niegan el derecho a estudiar en español y a utilizarlo en cualquier institución y espacio del territorio nacional. ¿Qué otro partido tendría tantos votos? ¿Con qué autoridad se negarían a dar la espalda a esta reivindicación? Al fin y al cabo, esta iniciativa no va contra ninguna de las otras lenguas regionales, sino en legítima defensa de la lengua común de todos los españoles. Porque, si bien todas ellas son españolas, sólo la lengua española (artículo determinado) es común a todos sus ciudadanos.

PS. Dedico estas líneas a un amigo del alma asediado hoy por la ruleta de la vida, José Sánchez, el fotógrafo de la Resistencia al nacionalismo en Cataluña, un luchador incansable por la libertad, por la lengua de sus padres, por la justicia social y por la herencia común, que él llamaba, con emoción, España.

Con ocasión de la presentación en Madrid de esta iniciativa, la presidenta de Hablamos Español, Gloria Lago, le decía a Dieter Brandau en las ondas de esRadio: Iniciaremos la recogida de firmas en la Puerta del Sol, el corazón de España. La corrigió el entrevistador: "No, la Puerta del Sol sólo es una plaza, vosotros sois el verdadero corazón de España". Palabras acertadas aplicables hoy a tantos ciudadanos anónimos, como José Sánchez, que luchó durante años por la libertad y la igualdad de derechos en España. Va por ti, José, amigo del alma.

Temas

En España

    0
    comentarios