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Antonio Robles

Día internacional de la lengua materna

Resulta que la inmersión en castellano era perjudicial, pero en catalán es el invento del siglo.

Hoy cederé este espacio para difundir el manifiesto que Marita Rodríguez, en nombre de la Asociación por la Tolerancia, ha leído en la plaza San Jaime de Barcelona para conmemorar y reivindicar el derecho que tienen los padres a elegir la lengua en que deben estudiar sus hijos. La perseverancia de esta gran mujer y el apoyo de otros muchos ciudadanos a organizaciones como ésta hará posible que la memoria histórica de mañana avergüence a quienes hoy se comportan como auténticos racistas culturales:

Hoy, 21 de febrero es –según proclamó la UNESCO en 1999– el Día Internacional de la Lengua Materna, y la Asociación por la Tolerancia –un año más– se ve obligada a recordarle a la Generalitat que su política de inmersión obligatoria en catalán es una violación de derechos y una regresión pedagógica que contraviene claramente las recomendaciones de la UNESCO, que quedan resumidas en la famosa frase de 1951: "Es axiomático que el mejor medio para enseñar a un niño es la lengua materna"

Esta no es una reivindicación extravagante de la Asociación por la Tolerancia y de otros colectivos cívicos o una afrenta de Ciutadans, de UPD, o del PP para romper la supuesta cohesió social. Alguien tan poco sospechoso para el catalanismo como el intelectual Josep Benet, en Combat per una Catalunya autònoma, dice, refiriéndose a épocas en que la inmersión era forzosamente en castellano o español:

"Se tortura a nuestros niños durante los primeros años de escuela aprendiendo en una lengua que no es la materna". "Los resultados analizados (desde 1928) mostraron que estos alumnos a los que se aplicaba un programa de cambio de lengua "casa-escuela" presentaban en general peores resultados académicos y niveles más bajos de inteligencia que aquellos niños en los cuales la lengua de instrucción y la familiar coincidían. A partir de estos datos, la Oficina Internacional de Educación manifestó públicamente que la Primera Enseñanza en lengua materna había de ser condición sine qua non para un pleno desarrollo académico y psicológico de los niños."

Esto fue años antes de que la UNESCO sentara doctrina en este mismo sentido.

Resulta que la inmersión en castellano era perjudicial, pero en catalán es el invento del siglo. Ya no existen datos adversos o si existen, se ocultan. Así ha ocurrido con los de los informes PISA que, al margen de los malos resultados del alumnado catalán en general, señalan a los castellanohablantes como los de peor rendimiento. Sólo la Fundación Bofill se atreve a abordar esa diferencia, pero achacándola, por supuesto, al nivel socioeconómico. Las autoridades académicas no están interesadas en estudiar, como cabría esperar, el impacto de la inmersión en los resultados académicos, lo cual hace sospechar que son conscientes de la falta de bondad del método.

Hasta hace poco negaban que no hubiera instrucción en castellano o español; ahora están a la defensiva –algo de mala conciencia deben tener– e intentan justificar la exclusión de la lengua común

  1. porque es la única manera de asegurar la supervivencia del catalán,
  2. porque es expresión de la voluntad popular,
  3. porque lo avala el TC,
  4. porque no se puede separar a los alumnos por lengua habitual.

El primer argumento es insostenible. El crecimiento del catalán es un ejemplo que destaca la UNESCO como de vitalidad en auge. Además, si se tratara de salvar lenguas en peligro de extinción, la Generalitat tendría que inmersionar a todos los niños y niñas en aranés en toda Cataluña, o en su defecto, en el Valle de Arán. Pues resulta que no, que allí el catalán también es lengua vehicular. En este caso, se apuesta por el bilingüismo sin mayor problema.

El segundo argumento está por probar. A los padres y alumnos sencillamente no se les da la oportunidad de elegir, a pesar de que tienen derecho a ello en la primera etapa de enseñanza. Se les oculta ese derecho y se obstaculiza su ejercicio cuando alguien lo reclama, o en todo caso, se da como respuesta la atención individualizada, paradigma de segregación y humillación a un menor en el aula.

El tercer argumento es absolutamente falso. El Tribunal Constitucional, en sentencia nº 337, de 23 de Diciembre de 1994, avala el modelo de conjunción lingüística; o sea, el modelo de bilingüismo con las dos lenguas oficiales como vehiculares. Desde las más altas instituciones autonómicas se repite continuamente que el TC respalda la inmersión en catalán. ¡Que digan en qué sentencia! No lo harán, porque no existe; porque ya se encargaron los impulsores de la Ley de Política Lingüística (que es la que impone la inmersión a partir de los 8 años) de que no llegara al TC.

El cuarto es un extraño derecho que no tiene precedente jurídico en ninguna parte y parece destinado a asimilar a la población castellanohablante al catalán; una coartada para evitar que los niños aprendan español con competencia suficiente como para preferir su uso, quizás en algunos casos, al catalán. Precisamente, la UNESCO recomienda que si en una localidad determinada hay diversas lenguas, la escuela deberá encontrar la manera de organizar grupos de instrucción por lengua materna. Pues bien, el artículo 35.3 del Estatut de 2006 dice: los alumnos tienen derecho a no ser separados en centros ni en grupos de clase distintos por razón de su lengua habitual. Hay que prestar atención; ya no utilizan el término lengua materna, quizás para no evidenciar que ese raro derecho (?) es contrario a la recomendación de la UNESCO.

Veamos los mensajes que lanza lo más granado de los distintos partidos políticos sobre la lengua materna cuando ésta es la castellana o española.

Carles Martí (PSC ayuntamiento de Barcelona) compara el castellano "con el árabe o el urdu", ante una petición de adhesión al Día Internacional de la Lengua Materna por parte del PP.

Pere Macias, número dos de CiU en la candidatura por Barcelona para las próximas elecciones al Congreso de los Diputados: "La propuesta de Rajoy (de permitir que los padres también puedan escoger el escolarizar a sus hijos en la lengua común) es montar una Guerra Civil en la próxima generación, a 25 años vista..."

Artur Mas lo arregla... "Lo que Pere Macias dijo es que si se llega a aplicar la política de Rajoy y del Partido Popular en cuanto al tema de la lengua, lo que se está haciendo es plantar las semillas de una confrontación y de una descohesión". El líder de CiU, con anterioridad, ya había aclarado cómo entiende él el respeto al bilingüismo: "Que se monte un colegio privado en castellano para quien lo quiera pagar, exactamente igual que se montó uno de japonés en su momento."

Marta Cid (ERC): "Velaremos por el cumplimiento de la ley de política lingüística que dice que el catalán es la lengua vehicular en la escuela... Y si ha de haber sanciones porque no se hacen las clases en catalán, las habrá."

ERC: "Hay que dejar clara la voluntad de impedir los contenidos de otras áreas en castellano para que no se publiquen libros de texto en castellano como propicia el decreto aprobado por el Consejo de Ministros."

Si nos fijamos en nuestro entorno, el derecho a la elección de lengua de enseñanza por parte de los padres está recogido en todos los países europeos con más de una lengua oficial en todo o parte de su territorio, pero no hay ninguno en el que los alumnos no puedan estudiar en la lengua oficial del Estado.

Estamos ante un abuso político sin precedentes. La convivencia democrática implica igualdad de derechos, y aquí se practica la discriminación desde la cuna; nunca mejor dicho porque la escolarización es cada vez más precoz. Es ese absurdo abuso el que lleva a la exclusión y amenaza la cohesión de la sociedad y los valores de libertad, justicia y pluralismo.

En un día como el de hoy, Día Internacional de la Lengua Materna, hay que reivindicar lo obvio: el derecho a ser educado en la lengua oficial de toda España y materna de la mayoría de los escolares catalanes.

Que recuerden los culpables de este fraude que los que reclamamos un derecho que nos pertenece, simplemente estamos ejerciendo como ciudadanos y que no nos van a callar.

Marita Rodríguez

Barcelona, 21 de febrero de 2008

Apoyan este manifiesto:

Ciutadans, Partido de la Ciudadanía
Unión Progreso y Democracia
Acción Cultural Miguel de Cervantes
Profesores para el Bilingüismo
Alternativa Ciudadana y Progresista
Ágora Socialista

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