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Pío Moa y Pa Negre

No somos esclavos de nuestra ascendencia, sino guías de nuestra voluntad y dignidad. Hasta en eso, mire usted por dónde, la película es contraria a las cadenas de la identidad tan supuesta en un director nacionalista.

paserifo dijo el día 3 de Marzo de 2011 a las 23:24:

Yo le aplaudo, don Antonio.

El señor Moa se pasa a veces de frenada con sus prejuicios y sus traumas. Quizá el problema sea que los que no sabemos catalán tenemos que verla doblada, y las versiones dobladas suelen echar a perder muchas películas. Creo que era Cecil B. Demile quien dijo que la voz es el 90% de un actor. Y, a eso hay que sumarle el hecho de que los actores de doblaje dejan mucho que desear últimamente, fundamentalmente porque se han convertido en funcionarios (en el mal sentido, obviamente) de una actividad que no se debe realizar con ligereza ni rutinariamente, ni con esa desgana que cada vez es más patente. Por no hablar del vergonzoso monopolio de actores (y empresas) de doblaje catalanes, que siempre ponen el mismo acento absurdo cuando hay que doblar a un personaje que habla otro idioma en la película, y les da igual que sea ruso, húngaro, somalí, chino, japonés o indio. Por no hablar de que el acento de “hispano” de muchos actores y actrices de doblaje no conoce diferencias entre el chileno, el colombiano, el mejicano, el portorriqueño o el argentino.

Pero estoy divagando. Vuelvo a la cuestión principal.

Cada cual tiene sus gustos, intereses, prejuicios, odios, amores, preferencias y opiniones. No merece la pena disgustarse por discrepancias tan veniales como la que nos ocupa. Sí, he dicho venial. No es que el asunto de las subvenciones, el independentismo, el racismo o la guerra civil y la dictadura no sean importantes, o que no haya que destapar a los mentirosos o defender a los débiles y perjudicados de esos lobos con piel de cordero que tanto abundan y tanto se ensañan con los que menos pueden defenderse. Lo que digo es que hay que defender la justicia y atacar la injusticia, sin confundir darle a los temas menores una categoría que no tienen. Nunca hay que exagerar (aunque esta misma frase ya es una exageración ¿verdad? ;-))

Nadie podría acusarle a usted, señor Robles, de defender la corrupción, la mediocridad, el racismo catalanista o las mentiras que unos y otros cuentan sobre las tragedias de nuestra Guerra Civil y de la Dictadura. Pío Moa es muy dado a reaccionar con violencia cuando le mientan ciertos temas, y muchas veces desbarra porque trata temas pequeños como si fueran mucho más graves de lo que realmente son, y eso, en mi humilde opinión, le hace perder credibilidad y autoridad.

Creo que el señor Moa, que tantas cosas buenas ha hecho por la Historia, debería discernir mejor los temas y controlar sus pasiones, y guardar sus fuerzas para los temas verdaderamente importantes. A nadie le conviene perder el tiempo, y mucho menos meterse u organizar reyertas retóricas infructuosas, en las que no hay nada que ganar y sí mucho que perder. Por ejemplo, por ciertas bocazas y la acritud que no reconoce amigos ni compañeros de trinchera, los lectores de LD hemos perdido a Juan Carlos Girauta y a José María Marco. Los oyentes de esRadio también perdimos a Javier Rubio, aunque eso seguramente sea más profundo y más importante que la estupidez aquella de la homosexualidad como enfermedad, de la que pronto se va a cumplir un año.

En fin, siga dando lecciones de caballerosidad, educación y cordura, que nunca sobran.

Salud, y preséntese en las listas de UPyD a las elecciones de la Comunidad de Madrid o del Ayuntamiento de Madrid, que será la única forma de que los catalanes vean lo que se han perdido en el Parlamento de Cataluña al no darle escaño al último catalán cuerdo de la historia.

cobarde dijo el día 3 de Marzo de 2011 a las 22:43:

Antonio, a mí me has convencido y voy a verla la semana que viene. Espero que me guste tanto como "Años de hierro" y "Una historia chocante".