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Pymes que prefieren fracasar a hacer cosas incómodas

La inmensa mayoría de los pequeños empresarios cuyas pymes fracasan, o que sólo logran sobrevivir, saben en realidad lo que deberían hacer para que su empresa tenga éxito. Pero no lo hacen.

En encuestas, hablando con mis clientes, o en los seminarios o ponencias que imparto, ya no me sorprende que en la mayoría de los casos los pequeños empresarios saben, a grandes rasgos, en qué deberían incidir para conseguir lo que quieren: diseñar una estrategia para su empresa, fijar objetivos, identificar su nicho, implantar un sistema de ventas con seguimiento, etc.

Está claro que cualquier empresario puede hacer estas cosas, pues sólo necesitan ponerse, o contratar a alguien para hacerlo. Pero no lo hacen. Trabajan horas y horas dedicados a actividades que no mejoran el resultado empresarial, y que les mantienen apagando fuegos constantemente, pero con las que se sienten cómodos.

Saber que puedo o debo hacer algo, pero no llegar a hacerlo porque de alguna manera me incomoda es algo con lo que convivimos todos en mayor o menor medida: ¿Has intentado perder peso alguna vez, o dejar de fumar? A pesar de que sabes lo que quieres y lo que has de hacer para conseguirlo, no siempre es fácil. En ocasiones necesitamos ayuda externa para lograrlo. Y no pasa nada. Lo importante es si logramos nuestro objetivo, no si lo hacemos solos.

Esta situación es la misma que vive un empresario con respecto a las cosas que sabe que le vendrían bien a su empresa, pero no acaba de hacer. No tiene tiempo, piensa, o ya las hará, o... y pasan las semanas, los meses e incluso los años. Curiosamente, en el ámbito de las pymes se da la circunstancia de que los propietarios, a la vez que cuentan con un conocimiento empresarial más bien escaso, son particularmente reacios a buscar ayuda. Y esto les obliga a echar balones fuera y culpar de su situación a circunstancias ajenas a ellos. Pero por ahí no existe ninguna solución.

De igual manera que contratar a un profesional para lograr perder peso o ponerse en forma o dejar de fumar puede significar la diferencia entre lograrlo o no, un profesional, un coach empresarial con experiencia como empresario puede ser la diferencia entre alcanzar tus objetivos o tener que cerrar tu empresa. Lo más importante es recordar que el hecho de que te resulte difícil o complicado hacer algo no debe ser un motivo para no hacerlo, sobre todo, si sabes que es de importancia prioritaria para tu empresa. De lo contrario tu empresa sufrirá, o puede hundirse, sólo porque tú no quieres enfrentarte a una dificultad.

Pero, con ayuda externa o por uno mismo, lo más importante es dejar de mirar fuera para justificar por qué no puedo hacer algo y comenzar a mirar dentro y buscar cómo sí puedo hacerlo. Las empresas que fracasan nunca lo hacen por insuficiente esfuerzo y horas de trabajo; sino por insuficiente estructura y gestión empresarial.

El primer paso para ordenar y organizar todas tus actividades empresariales, y que te invito a hacer hoy mismo, es fijar unos objetivos empresariales claros. Sin ellos, es labor imposible gestionar y dirigir tu empresa. Como a un barco sin puerto final, cualquier circunstancia nos mueve de acá para allá, sin que lleguemos a ningún sitio, pues tampoco teníamos destino.

Un primer e importante objetivo es definir dónde quieres llegar con tu empresa. ¿Cómo será cuando la hayas "acabado" de construir? Para llegar allí, ¿dónde habrás de estar en 3 ó 5 años? Pruébalo. E intenta que los objetivos sean lo más específicos posible. Puede que te cueste un poco, pero si lo haces el beneficio superará en mucho al esfuerzo. Piensa en ello como una inversión inteligente de tu tiempo como empresario. Recuerda: todas las empresas exitosas se fijan objetivos. ¿No te vas a dar la misma oportunidad?

Juan Antonio Martínez

Coach Empresarial; Director de XLNS Coaching

En Libre Mercado

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