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Carlos María de Urquijo

Apuntar y disparar

Balza ha perdido el juicio. Este viernes le ha dolido tanto que destapara una irregularidad en su gestión que me ha acusado públicamente, ahí es nada, de colocar a ciertos ertzainas, con nombre y apellidos, en las listas de objetivos de ETA. ¿Puede creerse alguien en su sano juicio que un cargo público del PP del País Vasco contribuya a señalar los objetivos de ETA? ¿Puede creerse alguien que, además, ese señalamiento se haga en la persona de un servidor del orden público? Parece mentira que todo un Consejero de Interior se atreva a formular estas acusaciones sin pedir disculpas acto seguido.

Como no estaba dispuesto a pasar por alto tan grave como infundada acusación, he solicitado al Presidente Atutxa, supremo cancerbero del Ejecutivo en el legislativo, que exigiera al Consejero de Interior que se retractara de sus palabras. Vana ilusión. No he podido siquiera terminar mi requerimiento. Antes de concluir he notado como mi voz dejaba de oírse en el hemiciclo gracias a que el Presidente me cerraba el micrófono. Finalmente Atutxa ha conseguido pasar al siguiente punto del orden del día, con tan mala suerte que, oh casualidad, era una nueva Interpelación a Balza del que suscribe.

Nada más comenzar mi intervención me he dirigido al Consejero para pedirle una rectificación. Atutxa negro: “Sr. Urquijo cíñase a la cuestión”. Pero Urquijo que no se ciñe: “Sr. Presidente estoy pidiendo al Consejero que retire su afirmación, no puede admitir que se establezca una relación causa-efecto...”. Atutxa ataca de nuevo: “Sr. Urquijo le llamo al orden“. Urquijo contraataca: “Pero Sr. Presidente, ayer mismo usted solicitó a otro parlamentario una rectificación por utilizar un término malsonante que...”, “ Sr. Urquijo le llamo por segunda vez al orden “. Indignado, injuriado por un Consejero y coartado por un Presidente que en vez de ampararme me atropella, decido retirar mi interpelación, abandonar el estrado y regresar a mi escaño. ¡Vivir para ver !

Mientras tanto, el auténtico señalador de objetivos en nuestra Cámara, el inductor, a juicio del magistrado de la Audiencia Ismael Moreno, del atentado contra la casa cuartel de Zaragoza donde fueron asesinadas once personas, sonríe desde su escaño. Qué divertido, pensará, estos no entienden nada. ¿No se dan cuenta de que yo soy el único de los aquí presentes que apunta y dispara? ¿Qué se han creído? Lo mío me costó llegar a la cúpula de ETA para que otros vengan ahora apuntándose méritos. Puedo admitir que mis compañeros de grupo hayan apuntado, hasta ahí vale, pero más no por favor.

Sólo faltaba ahora que el facha este de Urquijo me haga la competencia. Eso sí que no. Por cierto Atutxa, sin que sirva de precedente, hoy has estado en tu sitio. Hay que pararles los pies a estos españoles. No, si todavía pretenderán decir aquí en Euskal Herria, en nuestra tierra, todo aquello que les plazca. Nada, nada, Atutxa, lo dicho, tú con dos cojones, tápale la boca a ese Urquijo. Por cierto, tomo nota de la chulería del tío este, ¡nos van a señalar ahora los objetivos los fachas!, hay que joderse.


Carlos Mª de Urquijo Valdivielso es Parlamentario Vasco del PP

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