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Carlos Pérez Gimeno

Boda Real con fantasma incluido

Su muerte ha sido su propia venganza, y mal que pese a muchos, su sombra va a estar presente en todo momento.

Ya está todo perfectamente preparado para que no haya ni el más mínimo fallo para la boda Real el próximo viernes en la Abadía de Westminster.

Como estos enlaces son tan peculiares, de tanto compromiso y protocolarios, de los 1900 invitados que acudirán a verles casar, solo 600 tendrán el privilegio de asistir al almuerzo que tendrá lugar, como es de rigor, en el Palacio de Buckingham.

Un centenar de miembros de casas reales coincidirán en la boda de Guillermo y Kate. La Casa Real de España estará representada por su Majestad la Reina Doña Sofía, y por los Príncipes de Asturias. Habrá que ver cómo se interpreta Doña Leticia. Ya puede cargar pilas, y acertar, porque la últimas veces que se le ha visto, una en el viaje oficial a Jordania junto a la reina Rania y la última con la jequesa de Catar, más que una princesa, al lado de estas señoras parecía una funcionaria de clases pasivas.

Una boda en la que, por supuesto, una gran parte de las miradas estarán puestas en la recién estrenada princesa Catalina, a la que con toda probabilidad comparen con la desaparecida princesa Diana.

Es de esperar que su traje de novia será más bonito que el de la pobre Lady Di. Es imposible que a nadie se le ocurra confeccionar un traje más horroroso. Le siguió el de Mary Donaldson de Dinamarca, que era feo de solemnidad, pero lo del otro fue insuperable.

Suegra y nuera no tienen nada que ver. La primera iba ilusionada al matrimonio, sin haber probado varón. Ahora los tiempos han cambiado y todas las princesas actuales tienen un pasado, y hasta han aportado un hijo al matrimonio, como Mette Marit de Noruega, o un anterior matrimonio como nuestra Princesa, que se casó en Almendralejo, por lo civil y lo celebró en el restaurante El Paraíso.

Kate tiene un recorrido en su currículum, y cuando conoció al que finalmente va a ser su marido, no dudó en tener buenas estrategias para cazarlo. Al final la pieza se la ha llevado ella, y el viernes finalmente recogerá su trofeo.

De la pobre Diana de Gales, fuera de Reino Unido se habla de ella con cierta asiduidad, pero en su propio país, los monárquicos, no quieren ni oír hablar de ella. Su muerte ha sido su propia venganza, y mal que pese a muchos, su sombra va a estar presente en todo momento. Que tenga cuidado Camila por si le ocurre algo el viernes.

Murió joven, era muy guapa, elegante, pero desde el primer día que se casó, su matrimonio fue un puro engaño. Ni ella misma pensó que los cimientos de la monarquía inglesa llegarían a tambalearse por su causa, como la propia reina Isabel no tuvo más remedio que reconocer.

Esperemos que Guillermo, que tiene pinta de "blandito", y afortunadamente también ha corrido lo suyo, sepa mantener su matrimonio, y no haga como sus padres. Fue un auténtico desastre, y tuvo un final terrorífico, no... lo siguiente.

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