No hay nada como tener dinerito fresco y ganas de gastarlo, y más ahora que estamos en plena crisis, aunque para todo el mundo no sea igual. Todo apunta a que a Borja Thyssen, nada más recibir el último pago que quedaba pendiente de la herencia del barón, le ha faltado el tiempo para darle uso y se habría comprado una casa en una de las zonas más lujosas de Madrid, la urbanización "La Finca".
La razón de la compra de esta vivienda era el traslado de residencia, ya que viven en Barcelona y desde hace un tiempo han decidido trasladarse a la capital. La casa ya puede ser espectacular con lo que cuesta, nada más y nada menos que la friolera de cinco millones de euros. En un principio estuvieron viendo otras en La Moraleja, y parece ser que hubo una que les gustó, pero al final no llegaron a un acuerdo. Se llegó a especular con que habían dado una señal, pero parece que no fue así.
Ahora llega la ambigüedad. Todos son especulaciones, pero nadie se atreve a afirmar que esa casa ha sido adquirida. Al matrimonio se le ha podido ver en un acto benéfico en Barcelona para la lucha contra el sida. Cuando les preguntaron por la dichosa casa, no quisieron pronunciarse alegando que eran temas privados.
Y yo me pregunto: ¿no será mucho más íntimo verse obligado a tener que someterse a unas pruebas de paternidad y lanzarlo a los cuatro vientos? ¿O mantener una pésima relación con su madre, y comunicarse por medio de la revista ¡Hola! y cobrando por las exclusivas?
No entiendo por qué tienen que jugar al despiste con este tema, de sobra es sabido que Borja es una persona que gracias al matrimonio que hizo su madre con el barón Thyssen y tras haber sido adoptado por él, tiene la gran suerte de gozar de los mismos privilegios que los otros miembros de la familia.
Desconozco dónde está la lógica en todo este asunto, un tanto absurdo. Seguro que dentro de unos días nos enteraremos de un nuevo episodio de esta familia, y no tendrán ni el más mínimo pudor en que se sepa. Pero eso sí, la compra de una casa es un tema tabú.
Por el momento habrá que esperar a saber sí la han comprado o no, pero una vez que lo hagan , no tendrán ningún reparo en hacer una fabulosa exclusiva para que todos la veamos, y si no recordemos aquel reportaje en su revista de cabecera enseñando el casoplón de Ibiza en donde no había un libro pero no podía faltar en medio del salón aquella Harley Davidson... Todo de quinta.