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Carlos Pérez Gimeno

Carmen Martínez-Bordiú, Tita Cervera y Cari Lapique, unas abuelas felices

Nada más venir al mundo, la abuela cogió el primer avión y se presentó para estar unos días con su hijo Luis Alfonso y con su nuera María Margarita De Vargas y Santaella."Los niños son preciosos y están muy bien", dijo.

Carmen Martínez-Bordiú no para un segundo, no debe de privarse de nada sino comer a base de bien porque no ha estado tan lozana en su vida, además de divertida y con un humor estupendo. Desde luego tiene a quien parecerse, porque llegó acompañada de su madre, la duquesa de Franco, a la residencia del embajador francés, donde se presentaba una escuela de diseño y moda privada que ya funciona en diferentes ciudades del mundo. No sé cómo lo hace la duquesa pero está cada día más joven... ¡Menudos tacones llevaba!

La señora de Campos está como loca con sus nuevos nietos, Luis y Alfonso, nacidos hace unas semanas en la ciudad de los rascacielos. Nada más venir al mundo, la abuela cogió el primer avión y se presentó para estar unos días con su hijo Luis Alfonso y con su nuera María Margarita De Vargas y Santaella."Los niños son preciosos y están muy bien", dijo. Los padres están muy felices. Carmen a su regreso cogió a su madre y se fueron las dos a Shanghai. "Me ha encantado esa ciudad , es el Nueva York asiático. Nos hemos ido nosotras solas, la vuelta ha sido un poco más dura, 23 horas de avión, pero mi madre lo ha aguantado muy bien, no hemos parado un segundo", dijo.

Dentro de unos días con toda seguridad veremos el reportaje de ese viaje en la revista ¡Hola! Carmen ya ni siquiera viaja con fotógrafo. Para a cualquier turista y con su propia cámara le pide que le haga la foto. Ella es así.

Como a Carmen le apasiona de toda la vida bailar, ahora se ha metido de lleno en una idea que llevaba pensando desde hace tiempo. Va a lanzar su propia línea de trajes de baile. Piensa que los únicos que estaban bien hechos eran los que se confeccionaban en Inglaterra, y ese es el motivo por el que se ha decidido a meterse en ese negocio. Con su marido le va estupendamente. "Se acaba de ir a Santander, tenía pendiente unos asuntos. Con su programa de entrevistas de temas deportivos en televisión, no está muy contento", contó.

Lo mismo le ocurre a la baronesa Thyssen, que también se acercó hasta el embajada, cuando se le pregunta por su hijo Borja. Su cara cambió totalmente de expresión y confesó: "Todo igual, ya se dará cuenta que madre solamente hay una. Dios es muy sabio y me ha dado otras dos hijas preciosas". Como se suele decir, una de cal y otra de arena. Cuando habla de su hijo el rostro se le entristece pero cuando se refiere las mellizas, se le ilumina la cara.

Ni qué decir tiene como está Cari Lapique. Desde que ha sido abuela, se siente la mujer más feliz del mundo. Hace unos días nos encontramos por la calle. Iba paseando a su nieto y lo primero que hizo fue enseñármelo: "¿A que es precioso?"

Ayer fue se celebró el bautizo en la Iglesia de Los Carmelitas de Ayala. Los padrinos fueron Carlos Cortina y Maria Eugenia Fraile, entre los invitados estuvieron Nati Abascal –impresionante con una chaqueta morada y falda naranja, recordaba ese combinación de colores a creaciones de Yves Saint Laurent–, Maribel Yébenes, Nuria González ,Miriam Lapique y su marido Alfonso Cortina y, claro, Carla Goyanes, en tonos azul celeste, que llegó con sus padres. Su novio, con el que se casa dentro de un año, acudió un poco más tarde. Jorge Benguría trabaja en el Deutsche Bank. Su familia política está encantada con él; su futura suegra le describe como "un tío estupendo" y apunta que "están enamoradísimos, seguramente se casen en la Iglesia de Guadalmina". Cari fue al bautizo con traje estampado en tonos beige y la madre del niño, Caritina, eligió un traje azul más oscuro que el de su hermana. Todo estupendo, como debe ser. Ahora, a preparar la boda de Carla con calma, que todavía queda mucho tiempo por delante.

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