Concha Velasco es una mujer incansable. Lleva toda la vida trabajando, pero hace unos meses sorprendió con el anuncio de su retirada de los escenarios. Concha estaba cansada y le apetecía darle un rumbo nuevo a su vida, y sobre todo ahora, que ya está libre de todas las deudas heredadas de su ex marido, Paco Marsó. Menuda paciencia tuvo y los años que aguantó sus devaneos y muchas cosas más.
El caso es que a la Velasco le han hecho dos buenas propuestas de trabajo y como el dinero es muy goloso, las ha aceptado. Una de ellas, protagonizar una serie y la otra, intervenir en dos capítulos de "Hospital Central". Por este motivo, ha decidido posponer su jubilación para el próximo año.
Ha engordado unos kilos, y no le favorece nada. Además, se ha dejado el pelo más largo, que tampoco le sienta nada bien. A ciertas edades el pelo hay que llevarlo más corto, y Concha está estupenda pero no hay que olvidar que tiene 70 años. "Me tiño el pelo porque tengo muchas canas pero me siento muy bien a mi edad", afirma.
Confiesa que no tiene novio y que por el momento no tiene ni la menor intención de empezar ninguna relación. Admiradores no le faltan, pero insiste en dejar muy claro que está "feliz sin un hombre a mí lado".
Disfruta mucho de su trabajo, sus hijos y nieto le llenan absolutamente, y como ella misma dice, goza de una salud de hierro: "Me miro al espejo y me encuentro estupenda".
De la serie que tiene entre manos, prefiere no adelantar nada. Lo hará una vez que lo tenga todo un poco más claro. Lo que sí comentó es que el proyecto es tan bonito que le merece la pena retrasar su retirada hasta dentro de un año. Además continúa de gira con la obra "La vida por delante", que le está yendo muy bien.
De Paco Marsó no le apetece mucho hablar, simplemente dice que es el padre de sus hijos y que ellos le adoran, y que nunca le permitirían que hablase mal de él. "Ese es un capítulo cerrado de mi vida", afirma. "Lo que le ocurra con su novia cubana, no me incumbe y no tenemos ningún contacto" Así de tajantes fueron sus palabras.
Desde que está sola es como si hubiese rejuvenecido. No hay nada como quitarse muertos de encima, y no cabe duda que hay Concha Velasco para rato.