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Carlos Pérez Gimeno

Isabel Pantoja, triste pero imparable

En más de una ocasión a consecuencia de los aplausos y del cariño que le demostró el público las lágrimas aparecieron en sus ojos y tuvo unas palabras muy cariñosas para los allí presentes.

La tonadillera, a pesar del disgusto tan grande que tiene por la pérdida del bebé que le iba a convertir en abuela, tiene su agenda repleta de compromisos profesionales. En este año que termina no ha parado de trabajar y en todos los lugares donde ha actuado el éxito ha sido arrollador.

El pasado fin de semana, la cita fue en Las Palmas de Gran Canaria, en el teatro Alfredo Kraus, en el que por supuesto no había una localidad sin vender,

Isabel fue recibida con una enorme ovación. En más de una ocasión a consecuencia de los aplausos y del cariño que le demostró el público las lágrimas aparecieron en sus ojos y tuvo unas palabras muy cariñosas para los allí presentes.

Retrasó el viaje todo lo que pudo para estar junto a Jessica y su hijo que como es lógico están pasando por momentos muy duros.

Ahora, la gran incógnita es si a consecuencia de haberse malogrado el bebé la boda que estaba prevista para el próximo mes de enero decidirán retrasarla. La propia Isabel ha dicho que no lo saben, que no hay nada decidido y que lo más importante es la recuperación de su futura nuera.

Por el momento no se sabe nada. Todo ha ocurrido en muy poco tiempo y hasta que la modelo no empiece hacer una vida normal no decidirán lo que harán en un futuro. Lo mismo deciden continuar con los planes de boda, como aplazarlo y continuar con el noviazgo.

Quico rivera tampoco ha querido decir nada y con toda seguridad esa decisión la veremos reflejada en la revista Hola, con la que tenían pactado a parte de la boda, el bautizo.

La Pantoja, estaba como loca de alegría por ser abuela, le hacia mucha ilusión, pero de momento ese sueño tendrá que esperar.

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