El que fuera tantos años el marido de la reina de las rancheras está muy enfadado por el trato que le han dado en la mini serie acerca de la vida de Rocío Durcal.
El propio Junior dice que no se reconoce, que no se corresponde con la realidad, y afirma que en ningún momento de su vida se sintió como que él estuviera en segundo plano por el hecho de que su mujer fuese la estrella. Afirma que ellos sabían muy bien el papel que tenían que desempeñar cada uno en su matrimonio, y por lo tanto los dos estaban totalmente de acuerdo.
Le indigna que le tachen de juerguista y calculador porque no se siente así en absoluto y nunca lo ha sido. Insiste en que su carácter y personalidad están muy distantes de esos calificativos.
Junior reconoce que los éxitos de Marieta, que así es como la llamaban en su casa y exclusivamente su familia, eran de los dos, porque él siempre estuvo a su lado, coordinando su carrera artística. Los papeles los tenían perfectamente definidos, y siempre estuvieron de acuerdo en eso y en otras muchas cosas, y de ahí, el éxito de su matrimonio.
Rocío en Latinoamérica era una estrella. Sobre todo en México, donde era adoración lo que sentían por la artista. Por esa razón tenía que pasar grandes temporadas en aquel país, aparte de las giras, que duraban meses, pero según su viudo, los niños se quedaban en Madrid por motivos escolares, y siempre vigilados por la familia tanto de Rocío como la suya propia, y desde muy pequeños entendieron la profesión de sus padres.
Junior, pensaba que la serie se iba a tratar desde un punto de vista más real y objetivo, y afirma que "si Marieta levantara la cabeza, estaría indignada".
Afortunadamente, se encuentra muy bien de salud, y los problemas familiares ya son historia. Las Navidades las ha pasado con su madre, que es muy mayor, y con la familia en plan tranquilo.