Antonio Morales vuelve a atravesar uno de los momentos más amargos de su vida al haber perdido a su madre el pasado fin de semana. Por este triste motivo, se ha podido ver de nuevo unida a toda la familia. Los hijos del cantante han querido estar junto a su padre. Shaila, la más pequeña, llegó el mismo día en que incineraron a su abuela, ya que su residencia la tiene fijada en México, y le fue imposible llegar con más antelación.
Junior pasaba todos los fines de semana con ella, era como su refugio, y siempre le apoyó en sus peores momentos, estaban muy unidos. Me cuentan que está destrozado, al igual que sus hermanos Miguel y Ricky, que era con quien vivía la madre.
Después de la incineración, la familia al completo se traslado a casa de Junior, donde todos los hermanos estuvieron cantando y tocando la guitarra. Fue como un pequeño homenaje a Carmen, así era como se llamaba.
Antonio ha cuidado de su madre en los últimos años y no se ha separado de ella. No hay más que recordar la cantidad de veces que se le pudo ver dirigiéndose a su casa, en plena crisis con sus hijos, haciendo declaraciones por los problemas que acarreó la herencia de Rocío Durcal.
Afortunadamente, parece que aquello ya es historia, y todo apunta que la armonía y la buena relación han vuelto a la familia, hasta el punto de que Junior es como si quisiera renacer de sus cenizas y volver a trabajar. No como cantante, pero sí como compositor: le gustaría volver a escribir canciones para su hija Shaila, ya que es la única que ha seguido los pasos de su madre, una artista muy querida en México, al igual que en España y en otros muchos países.