Qué bien le ha sentado a Sara Carbonero haber engordado un par de kilos. Después del Mundial de Futbol, la periodista se había quedado demasiado delgada. Cómo se nota que ahora está mucho más relajada y tranquila.
La novia de Iker Casillas presentó la nueva campaña de productos capilares de la marca Pantene, que no necesitan aclarado, y nada mejor que lucir esa melena. Al igual que sus ojos, es todo un espectáculo.
Como es costumbre en ella, estuvo amable con todos los medios que acudieron para cubrir el acto, mostrándose cauta a la hora de responder cuando le preguntaban por temas personales. Con toda naturalidad, dejaba muy claro que hacía una vida de lo más normal, pero que no iba a entrar en detalles.
Tanto Sara como Iker nunca hablan de su relación aunque de vez en cuando surjan rumores de posibles crisis, que carecen de fundamento. Lo cierto es que su noviazgo cada día va mejor, viven juntos desde hace tiempo y lo que puedan decir de ellos no les importa nada.
Dejó muy claro que ninguno de los dos utiliza redes sociales y que el ordenador e Internet para trabajar y poco más. Confesó que la radio le apasiona, igual que el deporte, y que la única pega que tenía era el poco tiempo que disponía para practicarlo.
Se le ve feliz; durante el acto lució la mejor de sus sonrisas a pesar del mal trago que pasa cada vez que se tiene que poner delante de micrófonos, sobre todo de prensa del corazón, pero sabe salir airosa del trance.
No podía estar más guapa: para la ocasión eligió un traje en tono claro que le quedaba perfecto, zapatos de gran tacón, y como complemento, el clásico anillo de las tres aleaciones de oro de Cartier.
El momento profesional de la periodista no puede ser mejor. Con tan sólo 27 años es una mujer respetada, sencilla, discreta. No es de extrañar que el guardameta madridista esté loco de amor.