Las declaraciones hechas por José Ortega Cano al programa de radio de Manolo Molés, con toda seguridad, le van a pasar factura.
Su familia está igual de sorprendida al igual que todo el que las haya escuchado, y no comprenden cómo ha podido hacer tal cosa.
Parece ser que el diestro pensaba que sólo iban a hablar del mundo del toro, pero cuando fue preguntado sobre si había bebido el día del fatídico accidente, hubo un silencio durante unos segundos, y su respuesta fue una bomba, al negarlo y jurarlo por sus hijos.
No hay que olvidar que el análisis toxicológico ahí está y se ha hecho público. Según los resultados, la tasa de alcohol, la triplicaba.
Las reacciones no han tardado, y la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico va a solicitar que al torero se le impute por homicidio imprudente.
Su familia no sale de su asombro, y los abogados de José le aconsejaron que se mantuviera al margen de cualquier declaración, y solamente hacerlas frente a la justicia.
Los acontecimientos se han sucedido de una manera totalmente contraria, y ahora este hecho va a ser difícil de resolver, por muy arrepentido que se sienta, según han declarado sus hermanos.
Toda la familia continúa muy unida en torno al torero, al igual que sus hijos, que no se separan de él, para que se sienta en todo momento arropado por todos ellos, pero son conscientes de que con lo ocurrido, van a tener que enfrentarse a criticas muy duras.
Como ya vengo diciendo, esto no acaba aquí, es otro capitulo de una larga historia de la que no se sabe cuál será su final.