Si la ausencia de Doña Sofía ha generado un aluvión de comentarios tremendos por no adelantar su regreso de Atenas tras la rotura de cadera sufrida por Don Juan Carlos en Botsana, atrás no se han quedado las que han surgido una vez en Madrid por la visita de 20 minutos a la clínica donde el Monarca permanece ingresado. Hizo, como vulgarmente se dice, "la visita del médico".
La siguiente ha sido mucho mas prolongada, ya que Su Majestad permaneció varias horas. Llegó sola, y seguramente, el equipo medico que atiende a Don Juan Carlos le informó de la evolución del monarca, que al parecer está siendo muy satisfactoria. No ha coincidido con ninguno de sus hijos. Se desconoce con quién pudo estar hablando durante ese periodo de tiempo o si lo aprovechó para hacerse un jersey. El caso es que para aplacar los rumores sobre el distanciamiento entre ambos, Doña Sofía no ha tenido más remedio que hacer su papel, el mismo que lleva haciendo de manera ejemplar desde hace tantos años: disimular, poner buena cara y aguantar.
El Príncipe, que ha ido en diferentes ocasiones a visitar a su padre, acompañado por Doña Letizia y las infantas Leonor y Sofía, ha asumido la agenda de Don Juan Carlos hasta que los médicos decidan que ya puede hacer vida normal. Se calcula que en un periodo de 15 días pueda volver a despachar, pero hasta dentro de dos meses como poco no podrá disfrutar de una actividad plena.
Quien ya se encuentra en casa después del accidente sufrido con una escopeta es su nieto Froilán. Una vez que le dieron el alta médica, su madre, la Infanta Doña Elena, fue la encargada de ir a recogerle al centro hospitalario donde ha permanecido ingresado estos días.
A consecuencia de todos los acontecimientos que se están produciendo en el seno de la Familia Real, enseguida surgió un rumor en el que se decía que cabía la posibilidad de que cuando el niño saliera de la clínica fuese recogido por sus padres. De esa manera habría foto familiar a pesar del divorcio, y se aparentaría que la relación entre ellos no es tan mala como se ha venido especulando desde antes de producirse la separación. Pero la realidad ha sido muy diferente. La infanta ha sido la única que acudió, ya que el trato entre ellos es nulo. No hay más que recordar la respuesta que dio la duquesa de Lugo cuando le preguntaron qué había ocurrido con su hijo y el arma. Se limitó a responder que quien lo sabía era el padre. De esa manera dejaba muy claro que la responsabilidad era de su exmarido, y que ella no tenía nada que ver.