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Carlos Pérez Gimeno

Una boda sin novios

Los novios estaban escondidos, porque había que rentabilizar la boda y con la exclusiva tan suculenta qua ha pagado la revista Hola no se les podía ver ni a ellos ni a la mamá del novio, Nati Abascal.

Por fin llegó la boda de la temporada. Rafael Medina actual duque de Feria y su prometida Laura Vecino se dieron el 'sí quiero' en la capilla de San Juan Bautista del palacio de Tavera, en Toledo, propiedad de la familia del novio. Hubo más de 700 invitados llegados de diferentes países y todo estuvo organizado de manera impecable, desde el sitio asignado a cada invitado en la iglesia hasta la mesa para el almuerzo. No faltaba detalle. Cuando la organización y la decoración corre a cargo de Ramiro Jofre la tranquilidad y el buen gusto está garantizado.

Al ser una boda por la mañana, las señoras tenían que ir de corto y con sombrero y a los señores se les exigió chaqué, aunque hubo más de uno y una, como la modelo Eva Herzigova, que fue totalmente impropia de largo y sin nada en la cabeza. Otra que estuvo muy poco acertada fue Arantxa Sánchez Vicario, que apareció con un traje negro, color nada apropiado para esa hora.

Ya hemos podido ver algunas imágenes, pero casualmente de los invitados nada más, y yo me pregunto: ¿dónde estaban los novios? La respuesta es bien sencilla, escondidos, porque había que rentabilizar la boda y con la exclusiva tan suculenta qua ha pagado la revista Hola no se les podía ver ni a ellos ni a la mamá del novio, Nati Abascal, que ya solamente habla para la revista en la que ella trabaja, claro está, a no ser que por razones de trabajo hable para promocionar algo que a ella le convenga. Si no es así, cada día está más esquiva con la prensa. Muy mal.

Ni un posado, ni una sola foto para los demás medios, aunque después el gan reportaje lo haga la citada revista. Tanto el novio como su hermano Luis necesitarán de los medios para promocionar y vender la ropa y complementos de su tienda. Esto es lo que ocurre cuando hay una jugosa exclusiva.

No faltó de nada, hubo de todo, primero aperitivo, almuerzo, flamenco, cena italiana y hasta discoteca con láser.

Me cuentan que el traje de la novia, diseñado por Giambattista Valli, la parte de arriba era de gasa drapeado y la falda de diferente tela, brocado con mucho cuerpo, muy armado y en la cabeza lucía una diadema de brillantes propiedad de su familia. Rafael Medina, chaqué gris oscuro, chaleco color barquillo cruzado con solapa y corbata en tonos morados. Nati, la madrina, de verde con un diseño de su amigo Valentino, que estuvo en todo momento con ella, y mantilla blanca.

Toda la familia Medina al completo, a excepción de la duquesa de Medinaceli, abuela del novio, que no acudió por razones obvias, tiene 94 años y prefirió quedarse en Sevilla. Después del aperitivo, que fue a base de jamón y fritos, llegó el almuerzo, compuesto por tres platos. Primero crema de hongos, segundo solomillo con flor de calabacín y de postre macarons, para las señoras relleno de frambuesas y para los señores de mora. Todo regado con buenos caldos, el blanco Pazo de Barrantes y el tinto Marqués de Murrieta.

Hubo un gran desfile de pamelas y de modelazos. Una de las más espectaculares fue Nuria March, de Lorenzo Caprile, en tonos dorados, Nieves Alvarez, como siempre, una de las más elegantes en tonos burdeos, Carmen Martínez Bordiu, de rojo, con José Campos, chaqué oscuro y corbata gris plata, muy clásico, nada que ver con el que lució José Rodríguez-Siero, que era gris ribeteado. La duquesa de Alba eligió también el rojo y llegó acompañada del funcionario. Hubo un comentario muy generalizado porque cada persona que quería hacerse una foto con la duquesa, el primero en posar y querer aparecer en la foto era su novio, Alfonso Díez. La gente que estaba alrededor se tiraba de risa. Hay que ser un poco más discreto. Carolina Herrera llegó acompañada de su marido, el que fuera torero Miguel Báez "El Litri", disipando rumores de separación. "El Juli" con Rosario Domecq; Enrique Ponce con Paloma Cuevas, quien lució una espectacular pamela que no se quitó y estuvo toda la noche con ella puesta; Cary Lapique con sus hijas, de Oscar de la Renta, diseñador que no pudo asistir por razones de salud; Valeria Mazza, con abrigo beis de astracán planchado sin mangas, Vicky Martín Berrocal, en tonos claros con un traje diseñado por ella; la actriz Amaya Salamanca llegó con su actual novio, Rosauro Baro, una de las pocas que no llevaba sombrero; María José Suárez, llegó sola sin su novio Sebastián; y Genoveva Casanova, con traje sastre muy discreta.

Se podían hacer visitas al palacio, ya que lo explicaban a la perfección el tío del novio, el duque de Segorbe, la princesa María Gloria del Brasil, el duque de Santisteban del Puerto y la hija mayor de la actual duquesa de Medinaceli, tía del novio, la condesa de Ofalia.

La cita era a las once de la mañana y hasta las seis de la madrugada que terminó hubo tiempo de sobra para que los invitados lo pasaran bien, ¿no?

Ahora sólo esperar a que la revista llegue a los quioscos y ver a esos novios.

Mucho ducado, mucha pamela, pero la pela es la pela. Hasta rima

Carlos Pérez Gimeno

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