El secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, le aseguró a un internauta de El País que no había ningún problema con las pensiones públicas si él --el internauta-- cotizaba a la Seguridad Social; y añadió: “pero si aparte de ello quiere mejorar esa pensión nunca está de más dedicar parte del ahorro a esa previsión de futuro”, porque en su opinión los sistemas público y privado son complementarios y “en ningún caso contradictorios”.
Como el sistema de pensiones es un sistema de reparto las aportaciones de cada uno de nosotros no garantizan nuestra pensión futura en absoluto, porque las pensiones no se pagan con ahorro sino con coacción sobre los cotizantes de cada momento. Por tanto, si en el futuro hay menos cotizantes y más pensionistas, habrá problemas, independientemente de que hayamos cotizado. Salvo que don Gerardo pretenda que nos creamos el camelo ese del fondo de reserva.
Si tras la inmoralidad que representa el ocultar la naturaleza del sistema, don Gerardo recomienda el ahorro porque “nunca está de más”, añade insulto al escarnio, porque si las pensiones están bien, si no pasa nada, entonces no se entiende por qué hay que pagar de más.
Finalmente, las pensiones públicas y privadas no son realmente complementarias, al menos para una sección apreciable de la población. Son contradictorias porque las primeras son obligatorias, lo cual para millones de españoles modestos significa de hecho prohibirles el ahorro voluntario en los planes de pensiones privados.
En fin, don Gerardo, haga usted como yo, y tómese unas semanitas de vacaciones, porfa.
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