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Carlos Rodríguez Braun

La inflación según consumidores y sindicatos

No es en absoluto obvio que los precios de las mesas y las sillas deban variar exactamente en la misma proporción que los precios de la madera.

La Organización de Consumidores y Usuarios, OCE, pidió al Gobierno que intervenga porque "los precios de los carburantes deberían haber bajado al mismo ritmo que el petróleo". Para el sindicato CC OO "es difícil de entender" la subida del nivel general de precios porque la actividad económica está en "desaceleración".

Muchas veces se denomina mercado a lo que es resultado de tantas intervenciones políticas y legislativas que sólo cabe hablar de mercado en sentido figurado. Un ejemplo notable es la energía y en concreto los combustibles, en cuyo supuesto "mercado" el poder establece no sólo unos impuestos espectacularmente elevados sino numerosas regulaciones que afectan a la competencia, la producción, los costes y los precios.

Incluso en un mercado totalmente libre no valdría el razonamiento genérico que plantea la OCE. Digamos que no es en absoluto obvio que los precios de las mesas y las sillas deban variar exactamente en la misma proporción que los precios de la madera. Esto es aún más claro cuando el precio del bien final guarda una relación mucho menos evidente con los precios de las materias primas, como sucede con los carburantes.

Otra vez, el llamado mercado monetario es cualquier cosa menos un mercado libre. Si el sistema bancario no estuviese diseñado para crear dinero de la nada, cabría establecer una relación entre su oferta y su demanda más nítida de lo que sucede en todo el mundo bajo otras condiciones. Si hubiese un dinero libre, entonces tendría más razón CC OO al establecer la ingenua relación que plantea entre caída de la actividad económica y reducción de la demanda de dinero y, por tanto, de su precio.

En Libre Mercado

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