Escribió José Vidal Beneyto en El País que el Foro de Davos sirve de referente “al modelo de sociedad del ultraliberalismo económico”. En cambio, lo que le gusta a Vidal Beneyto es la cumbre alternativa de Porto Alegre, que aboga “por un proyecto creíble de progreso global y solidario”. Son dos disparates.
La reunión del Foro Económico Mundial no ha sido un cónclave liberal jamás, ni por los que allí asisten ni por lo que proclaman. Con lupa habrá que rastrear la lista de los convocados a esa bella localidad para encontrar a un liberal. Proliferan, en cambio, políticos, funcionarios de organismos internacionales, empresarios y, últimamente, ONGs. Lo que proclaman en Davos son consignas como la necesidad de un “gobierno global” y la de “reducir las desigualdades”, es decir, objetivos que podrían compartir y comparten los intervencionistas de cualquier laya. Como George Soros, el desconcertado millonario que recomienda un banco central mundial. O como Bill Clinton, el que “comprendió” a los globofóbicos de Seattle, y que acudió el año pasado. Ahora Bush, en cambio, no fue. Hizo bien.
La celebración contraria a Davos, la de Porto Alegre, está lejos de significar el progreso global y solidario. Congrega en cambio a representantes de dictaduras comunistas como la cubana, y a personas como José Bové, gran enemigo de los pueblos del Tercer Mundo y defensor del proteccionismo agrario, o Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, siempre hostil a la libertad, o Eduardo Galeano, que con la que ha caído advierte sobre los males del capitalismo, o José Saramago, que jamás ha criticado una dictadura socialista, y que ahora ha llegado a la brillante conclusión de que lo malo, pero lo malo de verdad ¡son los grandes almacenes!
Estos señores se autodenominan Fórum Social Mundial. Los periódicos los llamaron “los organizadores sociales”. Tienen razón, porque de verdad quieren organizar la sociedad. Ahora bien, considerando sus antecedentes, y los terribles resultados de sus ideas, casi mejor que no organicen más que happenings anticapitalistas en parajes cálidos.
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