Centenares de maestros, artistas y personajes de la cultura se han manifestado en las últimas horas en las calles de Dhaka (Bangladesh) para denunciar lo que han denominado una “bárbara destrucción de las estatuas”. Los activistas se han concentrado para demostrar su repulsa ante la campaña emprendida por los talibán después de escuchar las declaraciones del canciller Samar Azad. “Queremos la protección y preservación de los sitios que son patrimonio de la humanidad, y exhortamos a todos para que contribuyan a este esfuerzo”, ha dicho Azad.
La destrucción de los Budas de Bamiyán ha sido calificada de “barbarie” por el primer ministro de India. Atal Behari Vajpayee ha insistido en la necesidad de poner en marcha los mecanismos necesarios para frenar la expansión de los regímenes fundamentalistas.
Como era de esperar, el gobierno de Pakistán no ha condenado el atentado, y además ha criticado y culpabilizado de la actuación a la comunidad internacional. El canciller Abdul Sattar ha dicho que los países no han despachado suficientes emisarios para tratar de frenar la amenaza, y que por tanto, las organizaciones mundiales también han sido partícipes en la destrucción de los Budas.