Menú
Carlos Semprún Maura

Año nuevo, vida nueva

No es un título de circunstancia, no, es la expresión de una profunda voluntad de cambio, he decidido este año capicúa ser bondadoso, por primera vez en mi vida, subrayar únicamente los aspectos positivos de las cosas y de las gentes y perdonar las ofensas. Y empiezo ahora: ¿Qué hacían el vivo de Solchaga y el fantasma de González en Buenos Aires, aquellos días? Algunos malvados han dicho que De la Rúa y Cavallo les pagaban para arruinar juntos a Argentina, que en eso de arruinar a los demás, estos gallegos saben un huevo. Pues no, ni hablar, estuvieron en misión humanitaria, para ayudar al pobre presidente a huir en helicóptero desde el tejado de la Casa Rosada. ¿Cuántos billones de dinero público o privado habremos perdido en esta aventura, los “gallegos”?

Volvamos a París, en donde todo es festivo, próspero y bondadoso. El primero de enero, de mañanita, Jospin fue a ensayar sus euros, en los comercios del distrito 17 de la capital, viejo feudo socialista, y confesó, muy peuple, muy campechano, que estaba algo trompa a medianoche, en el ritual paso del año, paso al euro, con las campanas, y las uvas, y los besos, y que se equivocó, y en vez de besar a su esposa, Sylvianne, hermana de una actriz, como él, Lionel, es asimismo hermano de una actriz, Noëlle, viuda de un filósofo marxista-estalinista, pues con todos esos líos alegres, se equivocó y besó a su izquierda, a Marie-George Buffet, ministra del dopaje leninista y secretaria nacional del PCF. Algunos, que no han hecho voto de castidad, ni de bondad, como yo, se extrañan de que, pese a la ley contra el cumul (o la acumulación) de cargos, esta señora siga siendo ministra y secretaria nacional de un partido. Es la única. Ciertos malvados afirman que esto se debe a que tiene fotos de Jospin en taparrabos, leyendo Su moral y la nuestra, de León Davidovitch, y que le chantajea: “¡Si te pones chulo, Lionel, le enseño estas y otras fotos a Jorge Semprún¡”. ¿Ven ustedes como la maldad puede perturbar la información? Porque las cosas son muchos más sencillas: ya que el PCF no existe, salvo en los programas virtuales del Internet social burócrata, la camarada Buffet no puede acumular cargos inexistentes.

Todo es bondad, todo es tolerancia, todo es Ronsard y su douceur angevine (salvo el frío de este invierno siberiano). Y llegamos al jueves 3, cuando el Gobierno fue a presentar sus tradicionales voeux, para el año capicúa, al presidente de la República. Pero lo hicieron a pie, de frente, todos juntos, no como una manifestación de gendarmes, sino mucho más simbólicamente, como los futuros propietarios de todo, incluyendo la Presidencia. Se van a llevar un chasco, los pobrecitos, mi piedad es infinita. Siguiendo el rito, el presidente Chirac, les recibió friamente (no por culpa suya, es que helaba) y expresó el deseo de que las futuras campañas electorales se desarrollaran cortésmente. ¡Ja, Ja! Y ¡lo que te rondaré morena! Se mofaban los ministros ante las cámaras de televisión. Ellos están buscando calabozos, pero yo, con mi infinito empeño de bondad universal, les estoy buscando trabajo, para cuando ya no sean ministros, a los que son funcionarios, se entiende, pues no es fácil, no saben hacer nada.

Otra buena noticia, para terminar: nos aseguran que el Ayuntamiento ha decidido quitar esa horrenda rueda de feria de la bella plaza de la Concordia, lo cual nadie había logrado hasta hoy, sencillamente porque el propietario de ese adefesio, Marcel Champion, un vulgar “mafioso”, amenaza con violentas represalias, si se toca su “obra maestra”, goza de apoyos, el muy bestia, y de un comité de defensa, liderado por el belga Johnny Halliday y algún boxeador jubilado. ¿Se atreverá el alcalde Bertrand Delanoë a cumplir con su deber? Veremos.

© www.libertaddigital.com 2002
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Internacional

    0
    comentarios