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Carlos Semprún Maura

Coros y danzas europeas

Creo haberles hablado de nuestra vecina, que es un perfecto barómetro de las opiniones de los bourgeois bohèmes, los bobos del barrio y de muchos más. No sé si se inspira en los editoriales de Le Monde, o si les inspira, pero el caso es que repite. Me la encuentro de la cola de una panadería bioecológica, no es que me guste, no, a mi me gusta el pan, pan, pero teníamos invitados a quienes sólo les gusta el pan “bio”, que por su sabor deben cocer con serrín. Le pregunto qué opina de las próximas elecciones europeas. Me mira como si sospechara una provocación, luego dice: “a mí, eso de Europa me da miedo, pero votaré, no faltaba más, será un voto sanción contra el Gobierno, porque lo que está haciendo con los intermitentes, es un escándalo”.
 
Nuestra vecina es profesora de canto, y los fines de semana, sobre todo, hace gimnasia vocal, y si no la habemos asesinado aún, o no nos hemos suicidado, eso sólo demuestra nuestro self-control, y una tolerancia que linda con la cobardía. Me hubiera gustado decirle que lo que hacen los intermitentes, o temporeros del espectáculo me parece escandaloso, y su sistema de subsidio de paro, aún más. Ahora anuncian nuevos sabotajes de Festivales, empezando por el de cine de Cannes, cuya apertura esta prevista el próximo miércoles, pues no sólo los intermitentes del sindicato comunista CGT, sino también los antimundialistas, los rojos, los verdes, y los morados, amenazan con arrasar Cannes, para luchar contra el ultraliberalismo.
 
Contra el ultraliberalismo europeo, también se reunió este fin de semana el PS, en la histórica sala de la Mutualité de París, para lanzar su campaña en estas elecciones. Aparte del lema Europa Social, lo cual no quiere decir absolutamente nada, apenas sí hablaron de Europa, se limitaron a criticar al Gobierno, y François Hollande dijo claramente que no se trataba de votar por Europa, sino contra Raffarin, casi como mi vecina.
 
Por los mismos motivos de campaña europea, la UMP se reunió en Aubervilliers, barriada que fue proletaria, y durante años feudo del PCF. En la mentira colectiva de la izquierda, desempeñó un papel algo parecido a las Hurdes, chez nops, o sea con canciones y películas. Aquí se reafirmó ayer el mito de la Europa francesa, pero los comentaristas notaron dos afirmaciones rotundas que no coinciden con las últimas declaraciones del Presidente Chirac. La primera es la exigencia de un referéndum para aprobar, o rechazar, la Constitución Europea; la segunda, la negativa absoluta a la entrada de Turquía en la UE. El dúo dinámico de esa reunión fueron Nicolas Sarkosy y Alain Juppé, el actual y el futuro (se dice, se teme), presidente del partido mayoritario.

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