Menú
Carlos Semprún Maura

El Presidente y la civilización

La civilización, señor Presidente, es algo muy serio, que se construye durante siglos. Y no se decreta desde el poder, con tres fórmulas; la civilización la va construyendo la sociedad civil, muchas veces contra el poder.

Nicolas Sarkosy ha celebrado la primera de sus conferencias de prensa de su presidencia. Fue, como se dice en Salamanca (barrio de), bastante impactante. Mi primera e importante reserva, es que yo no creo, ni un segundo, que un presidente, por enérgico y activo que sea, pueda transformar la política en civilización, o crear una "política de civilización". Es sólo una fórmula que suena bien; para algunos. Y además cuando Sarkosy reconoce que se inspira en Edgar Morin ¡apaga y vámonos! Da la casualidad de que Edgar Morin también estaba ese día, pero por la tarde, en un plató de televisión, y nos explicaba que debíamos "producir y consumir menos, pero mejor". Y ¿quién decide lo que es mejor? Para Morin, convertido a una "religión", que mezcla la confusión hippie, el budismo zen, pero siguiendo él de izquierdas, y confesando que había votado a Segoléne Royal, "sin demasiadas ilusiones", la "civilización" podría ser Al Gore y/o su copia pueblerina Nicolas Hulot.

La civilización, señor Presidente, es algo muy serio, que se construye durante siglos. Y no se decreta desde el poder, con tres fórmulas; la civilización la va construyendo la sociedad civil, con sus ciudadanos, sus intelectuales, sus científicos, muchas veces contra el poder. Pero de ejemplos esos adornos, esos ramilletes de flores en los salones de las ilusiones perdidas, para hablar de cosas más concretas o mejor dicho referirme a algunas porque las promesas y los proyectos, los comentaré si se cumplen, o si no se cumplen. Yo francamente, no he entendido que quería decir Sarkosy, cuando defendió su "diplomacia de la reconciliación". No tiene el menor sentido, salvo en relación con los USA, lo cual es muy positivo. Pero Francia no está en guerra, ni tiene graves conflictos con los países árabes, América Latina, África, ni con Rusia o China, etc. Reconciliarse ¿con quién? ¿Sólo con Irán y Siria? ¿A qué precio?

Pero dejemos, por ahora, las criticas, para señalar el aspecto más positivo de sus declaraciones. Me hizo gracia constatar que Nicolas Baverez, quien desde luego no es Raymond Aron, pero aún menos Edgar Morin, todavía hay clases, se limitó a comentar à chaud, saliendo de la conferencia de prensa precisamente eso: la promesa de Sarkosy de acelerar y profundizar las reformas sociales: el fin de las 35 horas, mayor flexibilidad en el mercado laboral… O un firme apoyo el capitalismo popular, basándose en el principio de que si una empresa, pequeña o grande, hace beneficios, estos deben repartirse también entre los trabajadores, y no limitarse a los ejecutivos, bajo forma de acciones, primas, o stock options.

Ya tendré ocasión de comentar su propuesta de suprimir la publicidad en la televisión estatal, su demagogia medio ambiental, y demás chorradas, y terminaré por lo que más interesa, por lo visto, su vida privada: pues señores, "va en serio". Y cuando se case con Carla Bruni, los medios se enteraran después de la boda. Y a mí plin.

En Internacional

    0
    comentarios