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Carlos Semprún Maura

Las cuentas de la lechera

Tuvimos, claro, nuestra “Gay-Pride”, como en otras ciudades, como en Madrid, con las barrigas consecuentes y subvencionadas de Fidalgo y Méndez, y aquí Notre-Dame de París, como se le apoda, con mala uva, al alcalde Bertrand Delanoe, quién encabezó la manifestación del sábado, junto al Verde, Yves Cochet, el coach de Dominique Voynet, la ilustre parada, y Alain Krivine, el líder de la trotsquista Liga Comunista Revolucionaria, y uno, que le conoció, tan puritano, se dice que la busca de la popularidad, o la búsqueda de lo que sea, conduce al ridículo. De acuerdo, de acuerdo, la homosexualidad es cosa seria, pero sus manifestaciones políticas, y digo bien políticas, resultan grotescas.

Pero, pasando del vodevil callejero del Baile de las locas (novela de Copi), al gran teatro del mundo político, la función de este fin de semana en el PS tuvo una conclusión pobre y triste, pero, como es la única que han encontrado, todos aplauden. El ambicioso Laurent Fabius, quien, humildemente, se presentó como el Cid Campeador de la Reconquista, lo cual levantó ampollas en las izquierdas sociatas, ha salido de las reuniones y contubernios como número dos del partido. ¡Número dos! Él, que siempre fue el primero... Paquito Holanda, o François Hollande, el primer secretario, piensa haber salvado los muebles, como se dice aquí, o salvado la unidad del partido, pero Fabius sabe, o cree saber, que ese don Nadie, no será capaz de impedirle llegar a ser el verdadero líder de la oposición socialista y futuro candidato a las presidenciales.

Pero ahora resulta que la auditoría pedida por el Gobierno, o sea el informe sobre las cuentas del estado, demuestran algo que ni yo me lo creía: Fabius ha sido un pésimo Ministro de Economía y Finanzas, durante los últimos años del Gobierno Jospin, un ministro mentiroso y despilfarrador. El Gobierno actual, por lo tanto, se encuentra con las arcas de la República mucho más vacías de lo previsto. Y, ante estas cuentas de la lechera, los expertos se preguntan ¿dónde ha desaparecido tanto dinero?

Si la prensa española, incluyendo algún articulo en El País, se muestra relativamente satisfecha, o en todo caso no indignada, con la presidencia de la UE por José María Aznar, estos seis meses de turno, la prensa francesa, incluyendo Le Figaro, es mucho más irónica y crítica. Esto nada tiene que ver con los hechos, sino con los prejuicios. Para muchos franceses seguimos siendo un país subdesarrollado, delicioso para las vacaciones, la paella, los toros y el flamenco, y nada más, hasta que leí, el pasado viernes 28, en “Le Figaro”, una entrevista con el eurodiputado Jean-Louis Bourlanges, de centroderecha, quien, desde luego, nunca ha tenido pelos en la lengua, y que declara que si Francia parece estar a la cabeza de la construcción europea, es porque Europa está dando marcha atrás, y que Francia es el furgón de cola. Como la prensa gala exaltó el papel de Chirac en Sevilla, Bourlanges opina que ese “gran papel” del Presidente francés fue esencialmente un papel negativo, un papel de freno.

Me permitiré una crítica personal a la Presidencia española, porque si algo se ha avanzado en la lucha contra el terrorismo, si, por ejemplo, se ha descubierto el Mediterráneo descubriendo que las FARC colombianas eran terroristas, después de más de 50 años de actividad ¿cómo es posible que la UE siga subvencionando el terrorismo palestino?

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