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Carlos Semprún Maura

Miedos endémicos

No entiendo porqué se ha creado un tal clima de pánico con motivo de la gripe aviar, puesto que los ministros de Exteriores de la UE se han reunido en Luxemburgo para el tradicional café, copa y puro

No entiendo porqué se ha creado un tal clima de pánico con motivo de la gripe aviar, puesto que los ministros de Exteriores de la UE se han reunido en Luxemburgo para el tradicional café, copa y puro, y todo el mundo sabe que cuando Moratinos se reúne con alguien, todo se soluciona. Como se acaba de confirmar en Salamanca. Los ministros de Exteriores de la UE, y su pelele melancólico Javier Solana, tienen un magnífico historial de éxitos, solucionaron las guerras en Bosnia y Kosovo, impidieron que Irak invadiera Kuwait, ayudan eficazmente a que Irán se dote de armas de destrucción masiva, han escurrido el bulto de los huracanes con nombres de modelo: Katrina, Rita... lanzándoles contra los malvados EEUU, y ¿no van a solucionar una gripe que ha causado sólo 60 víctimas en cuatro años en una región en donde los habitantes se cuentan en centenares y miles de millones? Mucho menos que cualquier puente en las carreteras europeas. Hablando en serio, se repite el horror de las vacas locas, la masacre de aves, y, además, de mala manera, cruelmente. Si es realmente necesario matar a tantos bichos ¿es indispensable hacerlo con tantos sufrimientos? En cambio, y también como siempre, la vacunación preventiva se enfrenta a inmensos problemas.
 
Por cierto, no se ha precisado, o en todo caso, no me he fijado, en quien representa Alemania en esta cumbre sanitaria de ministros de Exteriores: ¿el espantapájaros Fischer está aún en funciones, o ya ejerce su sucesor, el sociata de turno? Me ha hecho gracia ver cómo, en Francia se presenta a la nueva Cancillera Angela Merkel. Siguiendo al “consejero del reino”, Alexandre Adler, todos los columnistas y editorialistas galos la presentan como un “puro producto del sistema comunista”, y ese sofisma delirante se basa en que fue educada y se graduó en Químicas en Alemania del Este. No queda muy claro si lo consideran como una tara o como un plus (para Adler, desde luego, un plus). Siguiendo la lógica absurda de ese sofisma, Vaclav Havel, por ejemplo, también sería un “puro producto del sistema comunista”. La verdad es que necesitaríamos más “productos” de esa índole, quienes habiendo vivido en regímenes comunistas se han convertido en resueltos anticomunistas; como “Angie”, como Havel, como tantos. En realidad, lo que preocupa, con motivos, a los franceses es que, pese al lastre de un gobierno mitad/mitad, las relaciones privilegiadas del eje del mal francoalemán, están condenadas a evolucionar y Francia saldrá perdiendo. Hasta donde alcanzará esa necesaria evolución se verá en los próximos meses.
 
La vergüenza francesa se explaya en todas las portadas, imágenes y editoriales de los medios: apenas ha comenzado el proceso de Sadam Hussein en Bagdad, y todos los tragarranas, plumíferos y políticos galos ya denuncian los “vicios de forma”, la ilegalidad y hasta la “farsa” de este proceso. Algunos añaden con perfecto cinismo: sí, fue un criminal, un tirano, pero tiene derecho a un proceso justo y equitativo. Lástima que el tirano no se haya suicidado como su colega Hitler. Hubiera sido mucho más digno.

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