Se habrán fijado con que pericia los prestigitadores de la progresía, han transformado a los terroristas islámicos en Irak –como en todas partes– en víctimas inocentes, y a los norteamericanos en criminales profesionales que matan “a quien sea, donde sea”. Esto se ha verificado una vez más con los siniestros culebrones de los secuestros, degollinas, decapitaciones, chantajes y mortíferos atentados diarios de los que son únicamente culpables los “gringos”, mientras que los verdaderos asesinos son considerados con respeto y simpatía, invitados a mesas redondas y a lapidar a sus mujeres.
Pero nadie había llegado a tal grado de ignominia como la periodista italiana Giuliana Sgrena, quien declaró que sus secuestradores la trataron muy bien, que además compartía con ellos un profundo odio al “imperialismo yanqui”, y que los soldados norteamericanos dispararon para matarla, porque ella es ¡no faltaba más! el símbolo y el más firme puntal de la lucha a muerte contra ese imperialismo. Y es así como la imprudencia, voluntaria o no, de unos conductores que iban demasiado deprisa y no se detuvieron pese a las señales, y la, tal vez, demasiada rápida reacción de unos soldados disparando, convierte este “accidente de guerra”, por así decir, en crimen contra la Humanidad. No olvidemos de dónde provienen estos infundios, nada menos que de Il Manifesto, diario comunista que es el portavoz de Bin Laden en la izquierda italiana, para quienes los hechos no tienen el menor valor, mientras que las mentiras con “contenido de clase” se convierten en verdades como templos, o, en este caso, mezquitas.
Pasando a lo trivial, tenemos en París un robo misterioso y divertido, cuya finalidad resulta incierta: han desaparecido las declaraciones a Hacienda del año 2003, de los ilustres Hervé Gaymard, recién dimitido Ministro de Economía debido a un lío de pisos y a sus mentiras en cuanto a su patrimonio inmobiliario, Claudie Haigneré, ex ministra, Claude Chirac, hija y mala consejera del Presidente, Laurent Fabius y Lionel Jospin, ex primeros ministros socialistas, Robert Badinter, ex ministros de Justicia y senador socialista. Es probable que vayan saliendo nuevos nombres ilustres. Resulta que si las declaraciones de los ciudadanos de a pie pueden consultarse, las de los prohombres y prohembras, son confidenciales para protegerlas de la posible maldad mediática, y sólo tienen acceso a ellas altos funcionarios de Hacienda. ¿Qué se podría descubrir? ¿Que todos ellos son más ricos de lo que dicen? Pues menudo descubrimiento. Fiándome de una radio matutina, señalé en mi última carta que el referéndum tendría lugar el 5 de junio, pues no, será el 29 de Mayo. Este error mío en las fechas no tiene mayor importancia, mucho más importante me parece que en los sondeos, los “noes” aumentan, pero aún no lo suficiente.
