Menú
Carlos Semprún Maura

Sendos sobres

Resulta curioso constatar como los políticos franceses se han puesto a imitar lo peor de los políticos españoles, o sea la utilización a fines partidistas de la Justicia bajo el manto de la “independencia de la Justicia”. Un magistrado socialista, Jean-Pierre Dintilhac, en contra de su jerarquía, pero a las órdenes de su partido, ha lanzado a unos jueces a una investigación judicial contra el Presidente Chirac, su familia y su entorno. El motivo aparente es elucidar la realidad de un crimen portentoso, equiparable a la alta tradición, o al asesinato de viudas paralíticas: hubiera pagado en efectivo, sí, señores, en efectivo, unos billetes de avión, no para cualquier destino, no, ¡para Nueva York! la meca del imperialismo sangriento, de la decadencia capitalista ¿no está Wall Street allí? y otro a Kenia.

Muy sospechoso, Kenia. Lo realmente escandaloso en este asunto, es que el “rumor”, inventado por el gobierno, su partido, sus jueces, y su prensa, funciona perfectamente. Cualquier persona con un mínimo de sentido común, hubiera reaccionado ante la denuncia orquestada de este gravísimo crimen de Estado, preguntando: ¿qué coño nos importa si, cuando era alcalde de París y presidente del RPR, Chirac pagó sus billetes de avión con tarjeta de crédito, cheques, o en efectivo? Una personalidad política, de la oposición entonces, de la importancia de Chirac, ¿no tiente derecho a realizar viajes políticos o privados? cuando además, todo el mundo sabe, y el tétrico maestro del doble juego y de la mentira, Lionel Jospin, lo confirmó el otro día por televisión, que todos los ministerios reciben sus sendos sobres con billetes, que doblan su salario, con todo tipo de primas y “mordidas” que todas las instituciones de la República tienen sus “cajas negras” y que el propio Jospin ha comprado su casa en la isla de Ré, pagándola en efectivo (de eso, claro, no habló).

Todo ello, abierta pero discretamente, para escapar de Hacienda. “Los pobres funcionarios de los Ministerios, trabajan muchísimo, a veces hasta los domingos, es por lo tanto lógico que reciban primas y pluses, pagados en “ciertos casos”, “en efectivo, dijo Jospin. Esos pobres funcionarios, y cuanto más altos, más sobres ¿qué hacen con sus billetes de 500 francos? ¿van de putas o van de vacaciones? Y ¿porqué esa “mordida” generalizada, que atañe a algún milloncete de personas, por lo menos, sólo se la podría echar en cara, y además utilizando el poderío de la Justicia, a Chirac? Evidentemente no se trata de eso, se trata de sembrar infundios y sospechas y está visto que funciona. La supuesta pesquisa sobre “utilización privada de fondos públicos”, pretexto a esta propaganda sucia, cobarde, contra Chirac, hace, día tras día, los titulares de la prensa servil y la prensa europea se hace eco de esa campaña.

En primera fila, y no podía ser de otra manera, nuestra vergüenza nacional, “El País”, que titula en primera página, éste 12 de julio: “La hija de Chirac y cuatro colaboradores del presidente citados por la justicia francesa”. Las cosas presentadas así, los imbéciles, y son muchos, pensaran que Chirac es Fujimori, y su hija Montesinos. Y ese es el objetivo. Pues, Claude Chirac, consejera de comunicación de su padre presidente se presentó efectivamente ante los jueces, desbarató los infundios y se volvió a su casa. Ella no pisó jamás Kenya y si acompañó a su padre a Nueva York fue como colaboradora.

Y, además ¿qué? Por lo visto no es una señora que tiemble fácilmente. Ya, lo que a bombo y platillo fingía denunciar la prensa, comienza a desmoronarse: no se gastaron dos millones y medio de francos en misteriosos viajes, ni siquiera alcanzó el millón, aunque “El País”, claro, sigue mintiendo. Pero da lo mismo, se ha instalado la sospecha, el objetivo se ha logrado, la mentira ha sido rentable. Financiación ilegal de su partido. Ayer, viajes, hoy, despilfarros de las arcas del Estado, lo que sea, todo vale, para que la gente diga que Chirac es de poco fiar y no se merece volver a ser Presidente de la República. El fin justifica los medios y hay que ganar las presidenciales a toda costa. Y como no tienen balance, ni perspectiva, difaman. ¡Pobre Francia!

En Internacional

    0
    comentarios