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Carlos Semprún Maura

Tres tristes tigres

Zapatero me resultó patético, tan convencido parecía que había llegado a la cumbre y podía tutear a los Grandes

Tuvimos el trío de las Azores, tenemos el trío de Madrid. Existen inmensas diferencias entre ambos, el de las Azores –Bush, Blair Aznar con el apoyo de huésped Durao Barroso–, trataban de graves problemas internacionales, de la solidaridad democrática internacional contra el terrorismo y otros temas candentes. El de Madrid –Chirac, Schröder, Zapatero– se limitó a bailar el minueto entre los fotógrafos y a realizar declaraciones hueras. El objetivo evidente era de juntar a España al "eje del mal" franco-alemán. Pese a Zapatero, España cuenta más que Luxemburgo, pero pese a que la pareja franco-alemana hable en nombre de toda Europa y se lo hace creer a bastantes, en realidad estaba muy sola y las fisuras en su alianza son cada día más visibles. Además, las recientes elecciones regionales en Alemania son catastróficas para Schröder y todo anuncia que dentro de poco no será canciller. Entonces mucho cambiará en Europa, o podrá cambiar.
 
Pero eso se disimuló en Madrid, el trío dinámico aparentó optimismo, van a hacer votar la Constitución europea, van a controlar la UE, serán los dueños del mundo y además van a luchar juntos contra el terrorismo. Cabe preguntarse cómo ya que en este peliagudo problema, se limitan a declaraciones vacías y se rajan por doquier. Zapatero me resultó patético, tan convencido parecía que había llegado a la cumbre y podía tutear a los Grandes.
 
Siempre en relación con Europa, Laurent Fabius, convertido en líder del "no" a la Constitución europea, en una de sus últimas intervenciones por televisión, presentó su teoría de los tres círculos para la construcción europea. Primer círculo, la vanguardia europea, constituida por los veteranos de la UE, países importantes como Francia, Alemania y alguno más; segundo círculo, los pequeños países y los nuevos miembros de la UE, procedentes de la Europa del Este; tercer círculo, los países no miembros de la UE, pero asociados a ella como Turquía, el Magreb, etc. Es una mera construcción intelectual que poco tiene que ver con la realidad. Por ejemplo, ¿qué países del segundo círculo aceptarían viajar en segunda clase mientras la "elite" viaja en primera? Y si no me parece absurdo que la UE se asocie con otros países, ¿por qué limitarse a los del Mediterráneo?
 
A propósito de Turquía, acaban de tener un susto con el proyecto de ley que condenaba el adulterio con cárcel. En principio era para todos pero de hecho serían las mujeres las encarceladas. Un tal aquelarre islámico ha levantado ampollas y los turcos han arrinconado por ahora dicho proyecto de ley porque obstaculizaba su papel de caballo de Troya del islamismo en Europa, pero ya encontrarán una argucia para realizarlo. De todas formas, el mero hecho de planear una ley para castigar con cárcel a las adulteras demuestra hasta qué punto se ha radicalizado el Islam "moderado" en Turquía.

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