Menú
Carlos Semprún Maura

¿Turismo o terrorismo?

La prensa francesa reconoce y, a veces, justifica los esfuerzos realizados por las autoridades egipcias para disimular, negar, esconder la tesis, y las posibles pruebas, de un atentado en la catástrofe del avión de Flash Aerolíneas. El turismo es tan importante para Egipto, dicen los medios, que temen que un nuevo atentado –ya hubo varios, y contra turistas–, disminuya gravemente el número de futuros turistas. Egipto es, por lo visto, yo no estuve nunca, una maravilla, con sus pirámides, sus templos, sus cruceros por el Nilo de la mano de Ágata Christie y muchas más cosas. Pero si se convierte en peligroso ir allí, todo peligra.
 
De todas formas, aún no se han encontrado las dichosas “cajas negras” y, por ahora, todos los peritos franceses enviados a Charm el-Cheik no han demostrado pericia alguna. Y si de accidente se trata, el turismo egipcio, y concretamente la empresa Flash Group, y sus aviones, se sentarán en el banquillo de los acusados. Ahora resulta que no sólo Suiza, sino también Polonia, habían alertado acerca de los peligros de sus aviones-basura. ¿Se dan cuenta? Polonia, ese “pequeño país”, tan impertinente, y tan independiente, que en su historia ha luchado contra todos, Alemania, Rusia, Suecia, Imperio Austro-Húngaro, y allí sigue bregando.
 
El Ministro de Transportes y los responsables de la Aviación civil franceses están haciendo el ridículo, negándolo todo del atentado para complacer al Cairo, como la peligrosidad de los aviones de Flash Aerolíneas, que habrían sido regularmente controlados por sus servicios. Pero las víctimas están ahí, literalmente destrozadas, y si no se trata de una bomba ¿de qué se trata?
 
Sin salir del tema del terrorismo, la prensa francesa se había mofado de la “psicosis paranoica” norteamericana, en relación con posibles atentados en este periodo de fiestas. Pues esto ha sido confirmado por el ministro de Justicia, Dominique Perben, quien acaba de declarar que la pista de un terrorista francés, señalada por los yanquis, era totalmente cierta. Aún no ha sido detenido, pero eso justifica la anulación de varios vuelos París-Los Angeles, decidida por el primer ministro, Raffarin. Es probable que esa decisión tan criticada aquí haya evitado otra catástrofe. ¡Los pobres pasajeros han tenido que permanecer horas y horas en el aeropuerto!, se indignaban los medios, movidos siempre por su fanatismo antiyanqui. Bueno, pero están vivos.
 
No creo que se haya suficientemente resaltado la importancia de la oleada de protestas en los países musulmanes contra la decisión de prohibir el velo islámico en las escuelas francesas. En varios países, como Irán, la protesta es oficial, son los gobiernos quienes se indignan contra esa “agresión al Islam”, en otros son las mezquitas. Esto tiene su lógica, con su actitud proiraquí, con la constitución de un Consejo del culto Musulmán integrista, con su “gran política árabe”, Francia aparentaba ser el mejor amigo europeo del Islam. La reafirmación del laicismo como principio esencial de la República, es considerada por los islamistas como un paso atrás en un país que consideraban haber conquistado o, al menos, donde se habrían conquistado fortalezas. Y no se trata sólo de una ilusión. Pero resulta que ningún presidente, ningún gobierno francés puede permitirse el lujo de echar el laicismo por la borda, está demasiado afincado, pesa aún más que el petróleo y los sueños imperiales. A Dios gracias, si j’ose dire.
 

En Internacional

    0
    comentarios