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Carlos Semprún Maura

Victoria sí, pero menos...

El Gobierno ha metido la pata en la cuestión del "IVA social", la idea de transferir los gastos de Seguridad Social y solidaridad de los impuestos al trabajo, que lo encarecen y frenan la productividad y el empleo, al IVA.

La noticia que domina todos los comentarios y criticas, la noticia importante, infinitamente más que el resultado de las elecciones legislativas, menos favorables a lo esperado para la UMP, ha sido el anuncio oficial de que Ségolène Royal se ha separado de su "compañero sentimental" y padre de sus cuatro hijos, François Hollande, primer secretario del Partido Socialista. El anuncio, hecho cuando apenas había finalizado la jornada electoral, ha recorrido todos los platós de televisión, como si se tratara de la noticia más importante para Francia. Y al mismo tiempo que anunciaba su magna separación, Ségolène anunciaba que iba a conquistar la jefatura del PS. Esa señora se toma por la Reina de Saba.

Pues eso. La victoria de la UMP es real; obtiene la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero con "sólo" 343 diputados, mientras que el PS, con 200 diputados, obtiene cuarenta más que en la legislatura anterior. Lo que no es una sorpresa, en cambio, es la derrota de François Bayrou, que obtiene 4 diputados (como los Verdes), mientras el Nuevo Centro, fiel a la mayoría presidencial, consigue 22.

La otra sorpresa, aún más negativa que la bajada de la UMP, es que el Partido Comunista Francés se mantiene con 18 diputados, frente a 21 de la legislatura anterior, cuando tanto la primera vuelta como las presidenciales anunciaban su muerte. Marie-Georges Buffet, su candidata, solo obtuvo un 1,9%. Un derrota histórica. Esto sólo se explica por extraños cambalaches locales. Ahora bien, habrá que ver lo que hacen en la Asamblea los diputados comunistas elegidos con etiquetas "disidentes", al margen de la lista oficial, algunos de los cuales apoyaron la candidatura de José Bové en las presidenciales.

La peor noticia para la mayoría presidencial es la derrota de Alain Juppé en Burdeos. Era el número dos del Gobierno, ministro del estado de las nubes y de los vientos (ecología) y un peso pesado de la mayoría, el más importante de entre los chiraquianos que han pasado a apoyar a Nicolas Sarkozy. Habiendo perdido las elecciones dimite, como estaba previsto para todos los ministros.

Ya tendré ocasión de precisar los motivos de esta victoria, menos amplia de lo esperado, por ahora señalaré tres:

  1. La abstención, como en la primera vuelta, ha sido del 40%. Por lo que se ve, los electores de izquierda se han movilizado más que los de derecha, que pensaban que todo estaba ganado.
  1. Se han movilizado más porque la propaganda socialista se basaba en la necesidad absoluta de una oposición fuerte, porque la UMP no podía ganarlo todo, sin resistencia, porque si lograba 450 diputados (y la cifra circuló) sería una catástrofe para la democracia. El argumento funcionó.
  1. El Gobierno ha metido la pata en la cuestión del "IVA social", la idea de transferir los gastos de Seguridad Social y solidaridad de los impuestos al trabajo, que lo encarecen y frenan la productividad y el empleo, al IVA. No es una idea local, pues ya ha sido experimentada en Dinamarca y Alemania, por ejemplo, pero el Gobierno fue confuso, vacilante y enrevesado, lo cual permitió al PS afirmar que iban a aumentar el IVA en un 5%, algo que no le hace gracia a nadie. No se presenta un proyecto sin que se esté estudiado, discutido y cifrado, y menos aún durante una campaña electoral.

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