Buenas tardes a todos. Me presento ante vosotros 19 años después del asesinato de mi hermano. Y aquí, con él cerca, creo que ha llegado la hora.
No hay nada de mi hermano Goyo que os pueda decir y que no conozcáis. Pero sí puedo hablar de algunas de sus virtudes que han caído en el olvido.
Gregorio era una persona excepcional. Sabía que lo iban a matar. Y aún así, eligió luchar. Él dijo: "Por mucho que maten, no van a conseguir nunca nada". Lo asesinaron para callarle. Pero Gregorio, aún sin estar con nosotros, nos embarca en una lucha que no dejaremos de lado jamás. Él querría que siguiéramos adelante. Y eso hacemos. Luchar, luchar y luchar.19 años después de su muerte, me sigue dando lecciones todos los días. Pero han cambiado muchas cosas desde entonces.
De mi hermano se ha escrito mucho. Se ha hablado mucho de cómo murió, de cómo un desconocido de ETA -creemos que Carasatorre pero seguimos sin saberlo a ciencia cierta- le dio un tiro en la cabeza no muy lejos de aquí. Pero la familia de Goyo, y las víctimas del terrorismo, anhelamos que se narre cómo vivieron las personas que murieron a manos de ETA, no cómo tocaron el suelo desplomados.
De mi hermano, insisto, se ha escrito mucho. Pero si hay algo que hoy ha caído en el olvido es cómo Goyo afrontaba su día a día. Ayudar al ciudadano era su obsesión. Lo hacía a todas horas. Recibía diariamente a decenas de personas de cualquier condición. Y jamás, jamás, pedía a su interlocutor el carné de afiliado del Partido Popular o siquiera el voto. Él ayudaba por ayudar. Y por eso lo mataron, porque la ciudadanía vasca empezó a ver en él a un político responsable que amaba el derecho a la vida, que amaba el país Vasco y que ansiaba ayudar a los demás.
Martín Gúrpide, compañero de promoción de Gregorio, contaba: "Si tenías un problema y le decías: ‘Goyo, tengo un problema y necesito que vengas’; él lo dejaba todo e iba. Goyo era así.
Desgraciadamente esa predisposición leal de hablar ha decaído en el partido de mi hermano cuando se trata de las víctimas del terrorismo que ejercemos la legítima y sana crítica. Se busca teledirigir. Pues bien, algunos sencillamente no queremos que el gobierno caiga en el esquema que ahora lidera Urkullu, ése que lleva a la impunidad para los etarras cuando dice que "hay que adecuar la legalidad a la realidad" y que busca la memoria amable para todo el entorno que consintió activa o pasivamente el terrorismo. Esa trampa la lidera ahora el PNV. En su día lo hizo el PSOE. El PP ha dado pasitos (Bolinaga y Estrasburgo), ha permitido pasos (Legalización de las marcas de ETA) pero lo que le piden ahora no tendría vuelta atrás.
- "Yo entiendo que Gregorio Ordóñez es el alma del Partido Popular en el País Vasco. Y lo es porque era romper estereotipos. Porque era tener unos principios firmes y una intención de llevarlos a la ciudadanía". Esto lo dijo Antonio Basagoiti.
Pues bien, estos eran los principios de mi hermano:
"Aquí lo único que sirve es el rechazo social, que se está ganando en la calle. Por otro lado, la eficacia policial. Desde luego los que están bajo rejas no pueden hacer daño. Y en un tercer lugar, el aislamiento a los violentos. Ésas son las tres formas únicas que durante muchos años han dado resultados positivos".
Y os recuerdo una cosa a todos los presentes, en especial a los cargos políticos: si el "aislamiento de los violentos" es una de las tres puntas del triángulo de la libertad, y Bildu, Sortu y Amaiur han sido legalizados sin condenar la trayectoria de ETA y su objetivo estrella es conseguir la impunidad para los presos de ETA. Si lo que de verdad importa es cómo acuerdan sacar a los asesinos de la cárcel en el corto plazo, es que algo se está haciendo rematadamente mal.
Os ruego encarecidamente, y en honor a mi hermano, que escuchéis con atención lo que de aquí en adelante os voy a contar:
- "Que no nos vengan ahora con el cuento de que somos unos intransigentes porque no queremos que esos pobres chicos que están en la cárcel salgan a la calle, les espere la banda del pueblo y les den trabajo a dedo. Tiene narices la cosa, que señores que han estado matando a seis, siete, diez personas, a los tres años salgan, les pongan la banda y les den trabajo. Como decía una persona muy allegada a mi: ¿a cuántas personas tengo que matar para que me den trabajo? En eso hemos convertido este país, en un país de locos.
- El camino era uno: evitar el "escándalo democrático" y la "cesión" ante el "chantaje terrorista" que suponía excarcelar a etarras que, supuestamente, corrían riesgo de morir en las cárceles. No obstante, pese a que algunos defienden que "todo lo que se ha hecho ha sido legal, también lo habría sido tomar la decisión contraria, y esto último es lo que yo hubiera hecho". Y es que, amigos, le pese a quien le pese, la libertad de Bolinaga "es una decisión política". "Ya no es sólo que no esté en la cárcel, es que es una burla a los españoles. Es que el Gobierno debería ser consciente de que la gente tiene su sensibilidad, y de que la gente tiene corazón, y de que la gente tiene alma"
- Madrid nos dice que ETA está derrotada y que de la banda sólo se espera su rendición."Frente a la idea de que se ha derrotado a ETA, yo sostengo que por primera vez ETA acaricia la posibilidad de ganar unas elecciones autonómicas en el País Vasco".
He de decir que todo esto son citas que no son mías. Os anuncio que ni un solo de estos argumentos ha sido redactado de mi puño y letra. Todo, absolutamente todo lo que acabo de decir, ha sido pronunciado, palabra por palabra, por las personas que voy a nombrar a continuación:
-Gregorio Ordóñez
-María San Gil
-Jaime Mayor
-Esperanza Aguirre
-Mariano Rajoy
Si en algún momento de mi intervención alguno de los presentes se ha sentido incómodo, os pregunto lo siguiente: ¿es Consuelo Ordóñez la que os ha incomodado, o es vuestra propia conciencia el día en que recordamos al "alma del PP vasco"?
Muchas gracias a todos por venir.