Los acontecimientos de los últimos días me hacen constatar, con profunda tristeza, que en lugar de educar en valores, en el respeto, en mentalizar a nuestros jóvenes para que estudien y lleguen a ser hombres y mujeres de bien, honestos trabajadores y defensores del libre pensamiento, tanto moral como político, hay docentes que se dedican a manipular y alentar a los jóvenes para que atenten con violencia contra la libertad de una trabajadora, en este caso de la enseñanza, que se encontraba impartiendo clases el pasado miércoles.
Como docente, tengo constancia diaria del escaso conocimiento que los alumnos de secundaria tienen de las lenguas extranjeras, concretamente del inglés, materia que imparto. No hay duda de que el dominio de los idiomas denota el nivel cultural de un pueblo, y en lugar de dedicarse a mejorar su formación para ser competidores válidos y útiles en la sociedad que nos ha tocado vivir, tanto en nuestro país como en toda Europa, la gente joven parece estar más por la violencia y el anarquismo.
Me produce una gran decepción y una mayor tristeza que, aún habiendo jóvenes magníficos, las nuevas generaciones magnifiquen el odio, la agresión, y la falta de respeto. No todo vale.
Cristina Nestares es concejal del PP en Jaén y profesora de Filología Inglesa en la Universidad
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