Menú
Daniel Blanco

Mejor ser valientes y agradar

Paco Jémez
Paco Jémez | Cordon Press

Hubo un día en el que Paco Jemez decidió ser entrenador. Aquel fornido defensa de Rayo, Deportivo y Zaragoza colgó las botas y decidió pasar a dar indicaciones desde la banda. Primero en Alcalá de Henares, luego Cartagena, Las Palmas, Córdoba, Rayo. Cambió el defender a muerte en el campo por atacar sin mesura desde el otro lado, desde la banda. Pasó de ser un defensa dedicado a salvar goles a un entrenador obsesivo con la posesión y el ataque. Un entrenador que juega radicalmente distinto a como él era en el campo. En más de una ocasión ha comentado que "en mi equipo no tendría cabida un jugador como yo, que era defensivo y no sabía sacar la pelota". Esa es su filosofía de juego y casi de vida. Y a Paco no le ha ido mal.

Muy amigo de los focos, de ser el protagonista, de cambiar a un jugador en el minuto 20 si lo está haciendo mal, de hacer cosas de cara a la galería, muy amigo de hacerse notar. Ese es Paco, igual le da por tener estas cosas, algo raras, como le da por ser entrañable en la distancia corta. Traté una vez con él y me lo pareció. Sin tratar hace tiempo me cuentan que es un espectáculo como persona, algo que ya había trazado en aquella ocasión, entrenando él al Alcalá en tercera división. Un tipo capaz de hacer cosas como las comentadas, pero capaz de reconocerle a un jugador que una derrota ha sido culpa exclusivamente de él, como entrenador. Miles de veces ha salido en rueda de prensa y ha comentado que el error de uno de sus pupilos, por ejemplo a la hora de sacar el balón desde atrás, ha sido culpa de él porque le obliga a hacer esas cosas. Ese es un entrenador Top.

En el Rayo no deben estar descontentos con él. Tres temporadas en primera, tres salvaciones sin despeinarse. Teniendo que ver como una media de quince jugadores cambiaban de aires cada mes de julio, que tenía que hacerse a una plantilla distinta verano tras verano. Pero ahí está el canario salvando al equipo año tras año.

No le pagan a Paco por hacer florituras en el Camp Nou y en el Bernabeu. En los campos grandes no va a ganar el Rayo la batalla de la salvación, pero campaña a campaña el equipo es el visitante más vistoso en esos estadios. Es cierto que sin resultado alguno. Goleadas en los dos campos, pero el del otro día en el Camp Nou no es un partido cualquiera.

El del otro día es un canto al fútbol y un canto a la valentía. Un equipo como el Rayo vacilando al Barcelona en su territorio durante sesenta minutos. Durante los primeros veinte de la segunda parte sacando los colores, incluso, al equipo culé. Mereciendo empatar, creando ocasiones, trazando contragolpes de impresión. Dominando y ganando en posesión y en remates al Barcelona. Vamos, casi nada. Que lo intente el siguiente visitante, por favor.

El resultado 5-2. Una crueldad para el Rayo, pero volvió a hablarse de lo bien que jugaron los vallecanos en vez de hablar de una victoria que pone al Barcelona en la senda del liderato. He escuchado más piropos al Rayo, que a Neymar que anotó cuatro goles. He leido más críticas positivas hacia el esquema de Jemez, que a la maravilla de partido del brasileño. Esto es así. Irrefutable.

Y a partir de aquí, el Rayo visitará el Bernabeu, el Calderón y Mestalla y perderá en los tres campos, como ya perdió en Sevilla. Perderá bien, incluso, pero esa lección le servirá para ganar a muchos rivales de la zona media y volverá a quedarse en primera otro año sin agobios. Volverá a rondar los 50 puntos y volverá a hacer partidos deliciosos. El 30 de junio, un seguidor del Rayo volverá a preguntarse dónde está su equipo y Paco responderá que, de nuevo, en primera.

Esta es la quinta temporada consecutiva y la que viene será la sexta, algo histórico en el club que nunca estuvo en Primera tantos años seguidos ni con un entrenador ese tiempo. Pero se seguirá criticando a Paco porque no juega a lo que todos quieren que juegue, especialmente, cuando juega contra el Barcelona. Y yo, que he criticado a Paco muchísimo, más por algunas cosas fuera del campo, pienso que se debió ir a dormir tranquilo el sábado. Total, si se encierran le hubieran caído esos mismos cinco. Al menos, deja el sello y a todos boquiabiertos.

Temas

En Deportes

    0
    comentarios