Mourinho debe de aburrirse. Es la conclusión que saco por las ruedas de prensa que le he escuchado estos días. Debe de aburrirse porque, en una de las mejores temporadas que se le recuerda al Madrid en su historia, si no la mejor, el portugués saca los pies del tiesto en dos comparecencias públicas. Esto de meterse en líos no es nuevo, pero sí lo ha sido el descaro con el que criticó a Guardiola el viernes en Valdebebas. "Somos todos iguales pero me critican a mí", dijo entonces el de Setúbal.
Estas declaraciones vienen a colación de las palabras que pronunció Guardiola el miércoles, cuando vino a decir: "Si me parezco a Mou quiero cambiar". Otra salida del tiesto por parte Pep. Pero también hay que entender el contexto, pues las declaraciones fueron después del 7-1 al Bayer Leverkusen, con manita de Messi incluida, y al canal autonómico TV3. Mou entró al trapo y, tras la polémica victoria en Sevilla, dijo que "otros se quejan, pero no a la cara, y siguen poniendo cara de que no pasa nada".
Con esto sólo consigue Mou que, una vez más, se hable de la rueda de prensa y no de la descomunal temporada que lleva el Madrid al haber sumado 70 de 78 puntos posibles. Una auténtica animalada que ya es récord en la Liga española. Sólo consigue Mourinho que se hable de la relación tensa Madrid-Barça y de algunos favores para unos y para otros, pero no de la excepcional temporada del conjunto blanco.
Esta semana ha tocado más de lo mismo. Una píldora de sufrimiento para el Madrid en Sevilla con jugadas muy polémicas. Hay dos posibles penaltis a favor del Betis por manos de Xabi Alonso y Sergio Ramos dentro del área. Ninguna de las dos jugadas me parece penalti, aunque el Betis lo pidió en ambas ocasiones. También pudo haber fuera de juego de Khedira en el segundo gol de Cristiano. Ninguna repetición es clara, aunque tampoco se han esforzado mucho por buscar una toma que nos sacase de dudas.
El Barça, un día después, ganó sin despeinarse en Santander. El segundo gol viene de un penalti muy riguroso, pero también hay que decir que el equipo culé tuvo casi el 85% de posesión y que casi pierde a Cesc y a Busquets, presas de dos entradas salvajes de Francis y Babacar, respectivamente. Valieron amarilla pero eran roja clara. Guardiola, en la rueda de prensa, le mandó un nuevo recado a Mou. "Lo único que tengo claro estos días es que Busquets tiene la marca de los tacos en el tobillo", dijo el de Sampedor.
Es verdad que está pesadísimo Mou, pero Guardiola está perdiendo la paciencia que siempre ha tenido y el portugués le está ganando la batalla dialéctica. Porque Mou es muy listo hasta para eso. Mejor hablar de sus polémicas y de su forma de ser que de la gran temporada del Madrid. Con el único fin de tapar el mal partido en Sevilla, la goleada del Barça en Europa y para minar la moral del adversario. En esto es un maestro, cargante e insoportable a veces, pero un maestro al fin y al cabo.