Se saludaron el otro día en el entrenamiento. Se desearon suerte. Guardaron las formas en lugar de romperlas, como hacen cada verano en la casa familiar. Padre e hijo intercambiaron un saludo más frío que de costumbre. Hay mucho en juego en el duelo de la cuarta jornada de este Mundial de balonmano que se disputa en Qatar.
Va a ser un enfrentamiento nunca visto. Los dos son españoles, pero uno será profesional y hará todo lo posible porque gane su combinado, que ahora es el qatarí. Dos Valero Rivera, padre e hijo, se miden en un duelo sin precedentes. Valero Rivera López, el seleccionador que nos hizo campeones del mundo, defiende ahora otra patria y eso le da al partido un aliciente extremo.
Será una cita que a ninguno le guste. Valero Rivera Folch, el hijo, tiene idolatrado a su padre, gran mentor, responsable máximo de que esté en la élite, auténtico artífice de que tenga un hueco en la selección española. Su progenitor, en cambio, lo ha conseguido todo en el balonmano español. Ligas, copas y Champions con el Barcelona. Un Mundial con España. No se puede pedir más.
Decía el hijo en una entrevista que "se lo debo todo a mi padre, me conoce él más que yo a mí mismo". Decía el entrenador que "será un partido con sensaciones extrañas. Yo soy español pero la profesión me obliga a esto. Es un reto bonito, pero será el partido más difícil de mi carrera".
El campeonato de grupo está en juego en el Multiusos Doha Hall de la capital qatarí. España ha vencido a Bielorrusia, Brasil y Chile; la selección qataí, a Brasil, Chile y Eslovenia. Todo se decidirá en el encuentro de este miércoles a las cinco de la tarde. Una de las dos mantendrá el camino inmaculado, salvo que haya empate. Se saludarán al final como si nada hubiera pasado. Se citarán en Barcelona, de nuevo, al término de este Mundial.