La espléndida intervención de Ángel Acebes durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha servido para poner en evidencia en que está consistiendo en realidad la cacareada promesa de “diálogo” del Gobierno de Zapatero. El dirigente popular lo resumió con gran acierto en tres categorías:
Por un lado, los “decretazos”, de los que Acebes puso de ejemplo los dirigidos contra el Plan Hidrológico Nacional, la Ley de Calidad de la enseñanza o la recién anunciada reforma del proceso penal para que los fiscales —que jerárquicamente terminan por depender del Gobierno— se hagan cargo de la instrucción en lugar de los jueces.
El segundo modelo de “diálogo” ejercido por el Gobierno se centra, en opinión de Acebes, en la "carencia de ideas". En la línea de lo marcado el lunes por Rajoy tras su encuentro con el presidente, Acebes puso de ejemplo la indefinición de las reformas estatutarias o del Senado que pretende llevar a cabo Zapatero o las evidentes contradicciones en las que han incurrido varios ministros de su gobierno, de los que Acebes puso como ejemplo a Solbes, Sevilla y Moratinos, la estabilidad presupuestaria o los horarios comerciales.
Finalmente, Acebes puso de ejemplo del falso “diálogo” llevado a cabo por el PSOE el “apagón” en referencia a la "suspensión sin contemplaciones de programas de opinión, por si surge alguna tertulia", en Radio Nacional de España. Aquí también podría haber incluido Acebes el sistemático silenciamiento del discurso del PP en las televisiones públicas y su constante manipulación informativa.
En cualquier caso, la contundente intervención de Acebes —a la que se ha unido una tan sorprendente como grata de Zaplana— nos lleva a celebrar y destacar el brío con el que desde el PP de Rajoy se empieza a ejercer la oposición. Que dure.