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EDITORIAL

Amenazas para amordazar a la Iglesia

La estrategia del Gobierno de Zapatero contra la Iglesia Católica sigue, de esta forma, el mismo repugnante patrón que las perpetradas contra las víctimas del terrorismo

Si las descalificaciones e insultos lanzados este domingo desde el PSOE y el Gobierno contra los Obispos y el PP dejaron de nuevo en evidencia la voluntad de "consenso" y "diálogo" de Zapatero, las nada veladas amenazas de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega de reducir las aportaciones de los contribuyentes a la Iglesia Católica, son una nueva muestra del liberticida "talante" de este Gobierno.
 
La vicepresidenta se ha permitido, además, faltar descaradamente a la verdad en el asunto de la Educación al decir que "si no hubo acuerdo fue porque ellos (los obispos) no quisieron". Lo cierto, sin embargo, es que fue el Gobierno el que rechazó negociar el texto de la LOE en el ámbito de la Comisión Mixta Iglesia-Estado, y sólo en el mes de octubre, con la ley ya en el Parlamento, se produjeron tres reuniones donde el Gobierno se negó a hacer concesiones en los tres puntos sustanciales para sus interlocutores. Puntos como la tutela efectiva de la libertad de educación para los padres y los centros, el contenido de la Educación para la ciudadanía y el estatuto académico de la asignatura de Religión.
 
Por mucho que el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, haya querido suavizar –horas después– las palabras de la vicepresidenta asegurando que no se va a revisar la financiación de la Iglesia, donde hay patrón no manda marinero y el aviso a navegantes de la vicepresidenta está meridianamente claro. No es más que una pieza más en la campaña de este Gobierno y de sus aliados políticos y mediáticos para tratar de amordazar a la Iglesia y a sus medios de comunicación.
 
Las declaraciones de Fernández de la Vega se producen con posterioridad a los insultos y amenazas del ministro Montilla contra la COPE, o de José Blanco contra los propios obispos, a los que acusaba de “mentirosos”. La advertencia de la vicepresidenta a la Iglesia Católica viene a coincidir también con el mensaje amenazante que el portavoz del PSC, Miquel Iceta, ha dirigido este mismo lunes a los obispos en el sentido de que "o bien la Iglesia hace servir su peso en esta emisora para acabar con esta táctica y trayectoria infernal o bien se disocia de esta empresa".
 
"A Dios no le hacen falta emisoras como la COPE, a otros quizás sí", ha añadido Miquel Iceta, quien ha dejado así en evidencia que lo que le preocupa no son los motivos de agravio que su Gobierno y el de ZP están perpetrando contra los católicos, sino que la Iglesia tenga medios influyentes en los cuales poder defenderse.
 
La estrategia del Gobierno de Zapatero contra la Iglesia Católica sigue, de esta forma, el mismo repugnante patrón que las perpetradas contra las víctimas del terrorismo y contra cuantas asociaciones civiles han demostrado que no están dispuestas a comulgar con ruedas de molino. Se trata de someterla a sus dictados y, si protestan, se lanza una campaña de descrédito y de división interna –ya sea en Barcelona, ya sea en Roma– en la que tampoco hay que descartar el estrangulamiento financiero, como ya bien puede constatar la mal tratada Asociación de Víctimas del Terrorismo.
 
Que la Iglesia Católica no cederá ni a la cobardía ni a la tibieza a la hora de seguir la máxima evangélica de que "la verdad os hará libres" es algo, sin embargo, de lo que estamos tan seguros como de que el gobierno del 14-M seguirá fiel a la máxima leninista de que "la mentira es un arma revolucionaria".

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