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EDITORIAL

Basta de juegos: Rajoy debe ir a la investidura

En una comparecencia esperpéntica, Rajoy ha dejado abierta la puerta a no presentarse de no conseguir apoyos, generando una monumental confusión.

Al contrario de que ocurrió el pasado mes de enero, Mariano Rajoy ha aceptado ser propuesto por el Rey como candidato a la presidencia del Gobierno, y se ha comprometido a buscar los apoyos necesarios para, o bien formar “un gobierno moderado y estable” o bien, ser investido y gobernar en minoría.

Sin embargo, en una comparecencia verdaderamente esperpéntica Rajoy ha dejado abierta la puerta a no presentarse de no conseguir los suficientes apoyos, lo que ha generado una monumental confusión sobre si habrá o no una sesión de investidura con el popular como candidato.

La Constitución, sin embargo es inequívoca, y en su artículo 99.2 deja claro que "el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara".

Es claro, por tanto, que Rajoy no puede negarse de ninguna manera a esa sesión parlamentaria, y resulta incomprensible el juego retórico al que este jueves el popular ha sometido a la prensa con no queda claro qué intención: ¿pretende el presidente en funciones supeditar el cumplimiento de la Constitución a un inconcebible chantaje a las restantes fuerzas políticas? ¿Está dispuesto a incumplir la ley de leyes y no someterse a la investidura? ¿Pretende posponer sine die la fecha de esa sesión en lo que sería también un intolerable fraude de ley?

Rajoy ha elegido, además, un momento nefasto para abrir dudas sobre los procedimientos constitucionales, que son una parte importantísima de la propia Constitución que el presidente se ha comprometido a defender: justo cuando la norma fundamental sufre un gravísimo desafío en Cataluña. ¿Cómo se puede pedir a Mas, Puigdemont, Forcadell o los antisistema de la CUP que respeten la Constitución cuando tú mismo amenazas con incumplirla en comparecencia pública?

Como las restantes fuerzas políticas han admitido es lógico y normal que el presidente reclame más tiempo para seguir negociando –o para iniciar una verdadera negociación dirían algunos-, pero debe presentarse a esa investidura cuente o no con los apoyos suficientes para ganarla y, en ningún caso y de ninguna manera, puede barajar la posibilidad de no hacerlo como una baza en la negociación.

Una vez más Rajoy ha conseguido desconcertar la prensa y a la ciudadanía e irritar a las restantes fuerzas políticas, quizá crea que eso le hace más fuerte para negociar o quizá simplemente le divierta, pero un político con su experiencia y con su responsabilidad no debería jugar nunca con los preceptos constitucionales. No es serio y un presidente del Gobierno debe serlo siempre.

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