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EDITORIAL

Cinismo con "determinación y firmeza"

Más que el hecho de que el Gobierno prosiga en su radical huida hacia adelante, lo que llama la atención son las cotas de burla y desfachatez con la que lo hace

El País y Zapatero ya dejaron claro el pasado domingo que ni la caída en los sondeos, ni las manifestaciones ciudadanas iban a hacer variar la radical y sectaria política del Gobierno. Todo lo contrario. La consigna al llamado "núcleo duro" del partido, consistente en defender con "determinación y firmeza" la política que ZP ha consensuado con sus socios separatistas, se ha disparado con los insultos y descalificaciones lanzadas contra el presidente del Consejo General del Poder Judicial y el presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo.
 
Este miércoles, la "determinación y firmeza" de los socialistas se ha aplicado a respaldar al ministro Montilla, a defender la liberticida campaña del Gobierno contra la Cope y El Mundo y a enmascarar la nula voluntad de Zapatero de llegar acuerdos con el PP en el terreno educativo.
 
Más que el hecho de que el Gobierno prosiga en su radical huida hacia adelante, lo que llama la atención son las cotas de burla y desfachatez con la que lo hace. Una auténtica tomadura de pelo es que Fernández de la Vega sostenga un día que "hay que ser vigilantes en defensa de la libertad de expresión" –como dijo el pasado lunes en la sede del diario El Mundo–, para no condenar, menos de cuarenta y ocho horas después, los ataques de su gobierno contra este diario y la COPE. Además, la vicepresidenta ha tenido el descaro de sacar a colación el "caso Sogecable" que, si algo puso en evidencia, es hasta qué punto le puede resultar cara a un juez su pretensión de que todos –incluido Polanco– se sometan al imperio de la Ley.
 
Fernández de la Vega ha alcanzado, sin embargo, el colmo del cinismo cuando, más que defender, se ha dedicado a encumbrar la figura del ministro Montilla. La vicepresidenta ha enumerado, nada más y nada menos, que 19 razones por las que Montilla debe seguir en el Ejecutivo, siendo la primera de ellas haber sido promotor de "una ley de comercio para evitar morosidad en los pagos".
 
Ya hay que tener desfachatez para poner de ejemplo de lucha contra la morosidad a quien es el máximo responsable, no sólo de la morosidad del PSC, sino de que esta se haya saldado con una bochornosa y privilegiada condonación de más de seis millones de euros. Eso, por no hablar de la segunda razón dada por la vicepresidenta a favor de Montilla, que no ha sido otra que el privilegiado canal en abierto concedido a Polanco.
 
Zapatero –máximo responsable y exponente del cinismo de su gobierno– también se ha retratado en el Parlamento cuando se ha mostrado "dispuesto" a un pacto con el principal partido de la oposición en el terreno educativo; un curioso pacto que pasa por rechazar todas y cada una de las enmiendas del PP a la LOE, y que se ofrece al PP mintiendo sobre lo que este partido reclama. Es, simplemente, falso que el PP pretenda "imponer" la religión o "marginar" la escuela pública. Lo que pretende el partido de Rajoy es que la religión –y su optativa no confesional– estén en pie de igualdad con el resto de asignaturas, pretendiendo, al tiempo, que sean también los titulares del derecho a la educación los que tengan mayor libertad para elegir entre centros públicos o concertados.
 
En definitiva, y al margen de las tomaduras de pelo, la sesión de este miércoles en el Congreso ha sido todo un recital de lo que podemos esperar de la "determinación y firmeza" con la que el Gobierno sostiene y no enmienda su radical huida hacia delante.

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