No han tomado aun posesión del Gobierno y desde el PSOE ya se nos anuncia un nuevo incumplimiento de su programa electoral: El Gobierno socialista generará déficit en los primeros años de mandato. Así lo ha admitido este lunes José Blanco, secretario de organización del PSOE en una entrevista concedida al diario El Mundo. Blanco reconoce el compromiso adquirido por su partido en la campaña electoral de mantener el déficit cero, pero ahora asegura que ese no era un compromiso anual sino “a lo largo de la legislatura”.
Tanto la lógica como la Ley de Estabilidad presupuestaria contempla el periodo anual —no el de la legislatura— para que los gastos se ajusten a los ingresos. Los presupuestos son siempre anuales, por lo que referirse “al marco de la legislatura” para cuadrar las cuentas no deja de ser una mera argucia para justificar un engaño.
Blanco también ha faltado a la verdad cuando ha justificado la necesidad de gastar más de lo que se ingresa por la supuesta falta de inversión y gasto “en seguridad, educación y vivienda en los años de Gobierno del PP”. Lo cierto es que el PP llegó en 1996 al gobierno heredando una deuda que exigía, sólo en intereses, más de 10.000 millones diarios de las antiguas pesetas. A pesar de ello y de alcanzar el equilibrio presupuestario, el PP ha dedicado mucho más dinero a educación y seguridad de lo que hicieron nunca los gobiernos socialistas.
En cuanto al encarecimiento de la vivienda, su solución no pasa por dedicarle más gasto público, sino sobre todo en liberalizar el mercado del alquiler y el suelo urbanizable. Por otra parte, la demagógica propuesta de Blanco de elevar los impuestos “a las rentas del capital” va a reforzar, en lugar de a mitigar, el encarecimiento de la vivienda. Y eso porque, aunque los socialistas se refieran a los “rentistas del capital” como si de unos minoritarios potentados se trataran, hoy hay en España más de siete millones de familias que tienen sus ahorros invertidos en Bolsa. Si les elevan los impuestos a sus dividendos, buscarán la rentabilidad en el ladrillo provocando un alza en la demanda que conllevará una nueva elevación de precios.
En cualquier caso, Blanco no ha dicho una sola palabra de dónde piensa en el futuro su gobierno recortar el gasto para que cuadren las cuentas al final de la legislatura. Para compensar el déficit de los primeros dos años, el Gobierno socialista tendrá que lograr un superávit en los dos últimos. ¿Quiere hacernos creer Blanco que aproximándose a las elecciones del 2008 el PSOE reducirá el gasto público? ¿O es que piensa compensar el desfase inicial de su gobierno elevando todavía más los impuestos?
El déficit público es en sí mismo una distorsión de la realidad por cuanto engaña a los ciudadanos a la hora de cotejar lo que entregan al Estado y reciben de él. No hay que extrañarse, pues, de que el PSOE no se ajuste al equilibrio presupuestario en toda la legislatura, de la misma forma que no se ha ajustado a la verdad para llegar al Gobierno.