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EDITORIAL

¿Ilegalidad en pro de una Constitución Europea?

Resulta, ciertamente, paradójico que una campaña institucional referida a divulgar lo que pretende ser un ordenamiento jurídico empiece por faltar a la verdad y a la legalidad vigente

Saber la verdad a través de Moratinos, visto sus antecedentes, está resultando empresa relativamente fácil. Ha bastado que el ministro de Exteriores anunciara que la campaña institucional relativa al referéndum sobre la Constitución Europea iba a ser meramente "divulgativa", para temer que acabara siendo tan "tendenciosa o de movilización" como el ministro de ZP aseguraba que no iba a ser.
 
En un “Dime de que presumes y te diré de lo que careces” o, simplemente, en una nueva muestra de lo reñido con la verdad que está nuestro ministro de Exteriores, Moratinos nos ha presentado una campaña a cargo de los contribuyentes que, con un presupuesto de más de tres millones de euros y con un eslogan tan maniqueo como “Los primeros con Europa”, constituye una flagrante violación de la legislación electoral vigente. La Ley Orgánica del Régimen Electoral General limita muy claramente el papel informativo del Gobierno a cuestiones formales, tales como la fecha de la votación, el procedimiento para votar y los requisitos y trámite del voto por correo, “sin influir, en ningún caso, —tal y como reza su artículo 50.1— en la orientación del voto de los electores”.
 
Pues bien. En esta campaña, en la que participan conocidos personajes que ya han hecho campaña a favor del sí antes de ser contratados para esta por el Gobierno de ZP, podemos ver a conocidos rostros de la vida pública de nuestro país leyendo artículos del proyecto de Constitución como exaltación de sus virtudes bajo los hermosos acordes de Beethoveen.
 
Supone un enorme acto de hipocresía sostener que esta campaña, incluidas sus miles de pegatinas con el eslogan “Los primeros con Europa” que se van a repartir hasta por los campos de fútbol —sólo faltan los toros, a falta de circo—, constituye una forma neutral y aséptica de situar a los ciudadanos, con conocimiento de causa, ante la posibilidad de votar “sí” o “no” al proyecto de Constitución de marras.
 
Resulta, ciertamente paradójico que una campaña institucional referida a divulgar lo que pretende ser un ordenamiento jurídico empiece por faltar a la verdad y a la legalidad cuando induce de forma tan clara el sentido del voto. Pero en fin. De este gobierno del 14-M cualquier cosa cabía esperar. Y el respeto a la verdad, nunca fue una de ellas

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